PULPO NO MIMADO NO APRENDE A MIMAR

Hoy me toca contestarle, Pulpo querido, en los mismos términos que usted eligió en su momento. Porque debo reconocer que usted tampoco me mima.

Porque no es un mimo que haya corrido a rescatarme de una profunda tristeza, muy motivada por cierto, con su enorme sonrisa, y haciendo magia con sus ocho manos en mi teclado, me haya regalado un blog donde fui reemplazando lazos perdidos, por nuevos lazos de afecto, siempre tan necesarios para el bien vivir.

Tampoco es un mimo que me haya abierto el mundo marino que generó su carisma, permitiéndome ocupar un espacio en él.

Ni es mimo que haya ido conduciendo sus Viandantes a este patiecito trasero, donde fuimos enhebrando perlas de simpatía, de comprensión, de risas, de complicidad, de compañía y de solidaridad, cuya sumatoria es, al cabo, la forma más desinteresada del amor.

Y sus infaltables visitas domingueras tampoco son mimos.

Ni las horas en que divagamos con sus proyectos y los míos, a cuál más loco, a cuál más bello, a cuál más enriquecedor.

Ni es mimo que sea unas veces un consejero, y otras veces un compinche, pero siempre, mi orgullo y mi alegría.

Ni lo es, Pulpillo Diablillo, que haya sabido encontrar la solución a esa fórmula tan difícil que le permite mantener la distancia exacta que no hace mella en su independencia, pero tampoco implica echarme a patadas de su vida.

Einstein, un poroto a su lado. Porque no hay ecuación más complicada que ésa, y a las pruebas me remito: no siempre se alcanza ese equilibrio, por mucho esfuerzo que se ponga en el intento.

Por eso, Pulpo, por no mimar a su mamá, vengo a denunciarlo públicamente, mientras le deseo un muy feliz cumpleaños desde el fondo de mi corazón.

Y sepa que no dudo de que será un cumpleaños feliz, porque estará rodeado de todos esos amigos cuyo amor incondicional se gana cotidianamente, con el sencillo expediente de ser la excelente persona que es.

Lo quiere y está muy orgulloso de usted, su Mamá Pulpa.

La foto que adorna este post es el Pulpillo cuando niño. Hermoso ¿verdad?

Y ahora los dejo, festejando la vida, como corresponde, hasta el próximo sábado

Graciela.

Espérenme con la noticia de que le dieron hogar a un perrito o gatito de la calle, ¿les gusta la idea? P.S.: Recuerden que cualquier cosa que quieran usar de este blog debe incluir la  mención de la fuente, porque todo en él tiene protección de propiedad intelectual.