Bartimeo, Federico Alfonso y Elvira Inés, los ángeles del blog.

sábado, 19 de septiembre de 2009

VAMOS A PONERNOS SERIOS.

Acontecimientos espantosos que han estado y están ocurriendo en mi ciudad, como los envenenamientos, el regreso de la perrera, la agresión a Tiago, y el hallazgo de seis cadáveres de perros, me han puesto a reflexionar seriamente sobre las cosas que de verdad importan: la vida por ejemplo. 
Y no sólo la vida de esos seres arrogantes, presuntuosos y egoístas que se autotitularon “reyes de la creación”, en función de muy miopes análisis de un pequeño recorte de la realidad, y que constituyen la especie a la que muchas veces me avergüenzo de pertenecer. 
Por si tienen dudas, dejo claro que pese a múltiples opiniones en contrario, pertenezco a la especie humana. 
Especie que se atreve a disponer de las demás como si todas le pertenecieran. Como si sólo ella tuviera derechos, sentimientos, sensibilidad, inteligencia y capacidad de amor y de dolor. ¡Qué absurdo! Absurdo creerse mejor que un perro que no dedica un solo momento de su vida a inventar elementos de tortura o de destrucción. 
O mejor que un gato, que tiene la capacidad innata de ser feliz sin envidiar a nadie y sin importar las circunstancias. 
O creerse superior a un caballo, todo fuerza y poder, y tener la desvergüenza de apoderarse de toda su dignidad para reducirlo a una esclavitud de por vida. ¡Por favor! 
Cuando lo pienso, siento que todos los actos de crueldad y abuso del hombre sobre los animales no sólo no demuestran superioridad alguna, sino que más bien ponen en evidencia sus enormes limitaciones éticas, emocionales y afectivas. 
El que no siente compasión por el otro, a sí mismo se degrada. Quien no cumple su responsabilidad de proteger a las víctimas de un sistema que él mismo ha impuesto, no merece otra cosa que repudio y no despierta más que rechazo en quienes guardan aún un resto de conciencia en algún lugar de su tan desvalorizada humanidad. 
Estoy pues, como ven, enojada con mis congéneres y sólo muestras de grandeza como la adopción de Cleopatra por ejemplo, me harían reconciliar con ellos. Espero, que esta ola inaudita de crueldades termine cuanto antes, para volver a sentir que vale la pena llamarse humano.
Un enojado beso de Graciela. 
Un abrazo y hasta el próximo sábado. Espérenme con la noticia de que le dieron hogar a un perrito o gatito de la calle, ¿les gusta la idea? 
P.S.: Recuerden que cualquier cosa que quieran usar de este blog debe incluir la  mención de la fuente, porque todo en él tiene protección de propiedad intelectual.

6 comentarios:

Susana Vera-Cruz dijo...

Ayy!! mi querìdisima amiga, còmo me duele leer lo que me cuentas.
Soy de las personas que muchso llaman "tontas" porque cuando veo a un animalito en la calle se me parte el alma y no puedo dejar de retener mis làgrimas, pero no me importa porque sè lo que valen como àngeles que son.

La miseria humana cada dìa se pone màs a la vista en estas acciones que son tremendamente odiadas por mi.
Què mal le hacen estos seres a esos otros que se creen los amos del mundo y delas especies?

Quièn les diò poder para quitar vidas asì por asì?
Y seguirìa nombrando muchas preguntas màs.

El hombre es el mayor destructor del mundo y de su propia especie y mientras no se legisle y se hagan leyes de protecciòn animal rigurosas para quienes las infrinjan, seguirà todo igual.

Piensa que en Amèrica del Norte, hay hasta policìas expresamente de protecciòn animal que llevan hasta a la càrcel por maltrato animal, sea el que sea.
Y, por estas tierras què pasa?
Somos tan subdesarrollados que hasta las mentes y corazones no nos dan para màs?

Què vergüenza!!

Pienso que toda esta peste humana, màs bien dicho escoria( y perdona si soy tan dura, pero no puedo aceptar y entender estas acciones tan viles)deberìa desaparecer de esta tierra, porque lo ùnico que van sembrando es dolor y màs dolor a todos los animales que se le cruzan por el camino.

Cada dìa tengo màs claro, que los animales son los verdaderos seres humanos. El otro que se hace llamar asì, ha perdido toda su humanidad; no cabe en ningùn concepto.

Por mi fe, pedirè por esas almitas que deben estar hoy jugando ya con los àngeles, lejos, muy lejos del hombre.

Un besito mi Graciela querida y una vez màs gracias por tu amor a los animales.

Que tengas un descansado fin de semana, besitos a Cleo.

Agualuna-Sussy

pd( Ah!, se me olvidaba preguntarte: Tiago al final tiene un hogar definitivo? Cuìdate amiga)

Terox dijo...

Amén, Graciela.

Pasan tantas cosas en este mundo que realmente es difícil no pensar que está enfermo... y nosotros somos el virus!

Graciela L Arguello dijo...

Agualuna , si hubiera más personas "tontas" como vos, el mundo sería un lugar mucho mejor para convivir en él con todas las demás especies. Y sí, la buena noticia es que Tiago fue adoptado, ahora vamos por los demás.

Terox Sí, y me quedo con el VH1N1, es más gentil. Un beso a ambos (vos y Agualuna, no vos y el virus)
Graciela

Susana Vera-Cruz dijo...

Mi Graciela, no sabes cuànta , pero cuànta alegrìa me dio la noticia de que Tiaguito ya tiene su familia!!!
Dios bendito y San Francisco de Asìs, se pusieron con todo para ese angelito.

De verdad, me emocionaste y pondrè la noticia ya! junto a su foto en mi blog, para que los que la lean, se entusiasmen en adoptar màs perritos maltratados y abandonados, sean del paìs que sean.

Amiga querida, gracias por darme esta noticia que abriga al alma y por tu gestiòn y corazòn tan grande para con ellos.

Te mando muchos cariños y abrazos de oso, para que tengas un lindo dìa domingo, ya casi de primavera.
Què rico, no??

Agualuna-Sussy

Gustavo Tisera dijo...

El regreso de la perrera a la ciudad de Córdoba, es una de las medidas más estúpidas que se puede tomar para prevenir... ¿que? ¿para prevenir que cosa? Que la Muni se ponga a arreglar baches, a recolectar la basura, a iluminar las calles, y que dejen a los pobres animalitos en paz. (No hay perrera para secuestrar políticos ineptos que vaguen por la calle?) Me encanta lo que escribes. Un saludo!

Graciela L Arguello dijo...

Agualuna Exactamente es así, las buenas obras también se contagian, por suerte, y los finales felices nos alegran el corazón a todos, de modo que llevales la buena noticia a tus lectores: Tiago ha encontrado por fin la compensación por todo lo sufrido.

Gustavo ¿No será mucho pedir que la Municipalidad arregle baches y luces? Y ya son varias las sugerencias de salir a buscar los políticos ineptos, ¿pero dónde vamos a meter a tantos?

Un beso a ambos, Graciela