Bartimeo, Federico Alfonso y Elvira Inés, los ángeles del blog.

sábado, 19 de marzo de 2011

Otra vez a romper cadenas.


Y como ya habrán podido intuir, se trata de cadenas de mails.

Porque seguramente con la mejor de las intenciones, pero con el peor de los efectos, se ha puesto de moda mandar esa clase de boludeces zonceras mayúsculas que pretenden ser algo así como un innecesario consuelo para quienes sobrepasamos los 55 años.

Porque, entérense, el mensaje implícito no es nada halagüeño, cuando todo el tiempo se insiste en las ventajas del añejamiento.
Te están diciendo viejo y punto. Con más o menos florcitas, con música de fondo o con pajaritos, lo que están cantándote no es una elegía, es un réquium, convencete.

Pero de todas las cadenas, las que más me molestan son las que escriben los viejos insufribles, que tratan de dorarnos la píldora para que asumamos el rol de enfermeras y les cambiemos los pañales cuando se hartaron de corretear minas que ya no les dan ni la hora, aunque para eso ellos les prometan un Rolex.

Por esa razón, aquí extracto (y retruco en letras cursivas y rojas) algunos párrafos de uno de los últimos mails que recibí, supuestamente como consuelo por tener más de 5 décadas.
Pero antes de presentarles el mail y mis comentarios, les aclaro que las mujeres de verdad maduras, NO necesitamos esas sobaditas de lomo, porque estamos bien de verdad, y nos importa un pomo el mandato de eterna juventud que se nos pretende imponer.

Para más datos, tampoco nos importa que los hombres nos ensalcen, porque ya sabemos el precio que a eso le ponen y no estamos dispuestas a pagarlo.

Si les gusta como somos bien, y si no allá ustedes, muchachos, pero guárdense sus comentarios porque no nos cambiarán un átomo ni para mal ni para bien.
Pues en verdad estamos dónde y cómo queremos estar.
No nos vendan su supuesta admiración porque ya no la compramos, y como muestra de lo poco que ganan con esos patéticos esfuerzos, van unos pocos parrafitos extractados de un kilométrico mail, con sospechosas lisonjas, y en rojo mis respuestas y reflexiones del caso.
Hay una indescifrable y tentadora belleza en la personalidad de muchas Mujeres que hoy están en la edad madura. (Mi querido nuestra belleza no es indescifrable, son ustedes los que no la entienden)
...ese tipo de Mujeres que son una agradabilísima compañía: las cuarentonas, cincuentonas y de más edad también. (pero no somos damas de compañía, giles, también somos juguetonas compañeras de otras lides)
...Ellas son más inteligentes, vivieron, encantaron...
(¿y el pretérito a qué viene? Por si no se dieron cuenta, todavía vivimos y todavía encantamos)
...
Ellas cautivan, saben hacer regalos sin incomodar. (¡encima andan mangueando regalos! ¡Son de lo peor! ¡¿por qué no ponen que sabemos aceptarlos, mejor?!)
Las Mujeres maduras tienen la confianza en sí mismas más grande en el tratamiento con los hombres, ellas saben reconocer sus cualidades, son más espirituales, discretas, entendidas y más educadas. (Si lo que quieren decir es que ya conocemos sus limitaciones y somos más pacientes al respecto, díganlo así, sin tantos moños)
...Vivieron la juventud (tiempo que marca la vida de todos nosotros) en uno de los períodos más buenos de nuestro tiempo: Los años ´60 y ´70...
(¿Nadie les dijo, manga de nabos, que estamos viviendo la juventud ahora mismo? ¿O piensan que de los 50 en adelante estamos condenadas al geriátrico?)
...Ellas eran, y todavía son, las Mujeres que más supieron enamorar: el noviazgo en el zaguán...
(¿zaguán? nene, esto es para mujeres de ochenta, disculpame, se te traspapeló el almanaque...)
La moda era amar o sufrir de amor.
(sufrir nunca fue moda, papafrita, nosotras disfrutamos el amor como el que más, por si nunca te diste cuenta)
... Otras se murieron de amor... (La Niña de Guatemala es de pricipios de siglo, hoy tendría no 50 sino más de cien años, aggiornate, baby)
...Estas Mujeres maduras de hoy, nunca fueron Mujeres para jugar.
(al contrario, juegan con mucha gracia, perdé cuidado)
...La juventud pasó,... (otra vez mirando afuera del microscopio)
El tiempo se encargó de distinguirlas de las otras, dejando sus cabellos color de plata, los movimientos más suaves, la voz más lenta...
(¿estás hablando de mi abuelita?¿ o de alguna de las señoras de la foto que ilustra el post? Dicho sea de paso esa foto venía en el mail que estoy comentando, con lo cual verán que no le hace ningún favor a las mujeres de 50)
...Muchas de ellas todavía encantan con los versos, las rimas, la música y las palabras de amor. (otra vez fuera del tarro, no todo es virtual a los 50)
Porque lo más importante no es la edad denunciada en los detalles de sus fisonomías y sí los valores de sus personalidades. Lo importante es notar que sus corazones son jóvenes...
(tarde para alcanzar la redención, ya la embarraste demasiado)
Ellas son las Mujeres maduras, y nosotros, los hombres, tenemos el privilegio de admirarlas. ¡Por favor, restauren lo que había de bueno en ese tiempo! La juventud hoy necesita saber lo que es el verdadero Romanticismo. (¡Ah, eso era todo! Ahora nos vienen a pedir que les entrenemos a las pendex para su consumo. ¡Andá a cantarle elegías a Madame Butterfly!!!)
Bueno, me imagino que lo habrán sabido tomar con humor, aunque todo lo que dije es cierto, y también es cierto que me sacan de quicio las cadenas boludas tontuelas que se adornan con cursilerías, pero sólo transmiten idioteces, de modo que si quieren hacerme feliz, NO me las manden.




Si no pueden con el genio, mejor generen una cadena para exhortar a sus amigos a darle un hogar a Negrita, que todavía está esperando. Un beso y feliz fin de semana Graciela.



Espérenme con la noticia de que le dieron hogar a un perrito o gatito de la calle, ¿les gusta la idea?
P.S.: Recuerden que cualquier cosa que quieran usar de este blog debe incluir la  mención de la fuente, porque todo en él tiene protección de propiedad intelectual.

2 comentarios:

Terox dijo...

Y... por lo menos, por más vomitiva que sea esa cadena, no te trata de "vender" tonterías como que el agua cura el cáncer... o tal...

Graciela L Arguello dijo...

¡¡¡Ufff sí, tenés razón Terox, ésas son peores!!! Un beso Graciela