Hoy les presento un capítulo muy poco ortodoxo de mi libro. Como ya saben ustedes, fue en su momento un "worst-seller" y sólo estuvo pensado para darme placer, por lo cual me permití este guiño a dos amigos de entonces, uno de los cuales perdí ya de vista. La otra, en cambio, sigue siendo mi compinche.
Aquí va el capítulo en cuestión:
Espero que les haya gustado, y que eso los predisponga a adoptar a Candela, que bien lo necesita. Un abrazo y hasta el próximo sábado. Graciela.Capítulo 12 y ½ .Un dios culto disidente y particularmente dulce es el dios kármico, palabra cuyo significado ignoro (aunque me comprometo a indagar sobre él antes de que venza el plazo de 85.000 días que me he autoimpuesto) pero que me merece un instintivo y visceral atisbo de confianza porque responde a las predilecciones de dos de las mejores personas que conozco: Silvina y Aníbal, quienes no se conocen entre sí pero coincidiendo en ser bellas personas, además han coincidido en este karma, que por eso supongo algo ha de tener.Aquí cabe abrir un paréntesis especialmente dirigido a Silvina y Aníbal (que no es mi hijo, pese a la coincidencia de nombres, sino un colega) para el hipotético caso de que lean estas líneas:1º Ojo, muchachos que dije “dos de las mejores personas que conozco”, y no “las dos mejores personas que conozco”. ¡A no agrandarse que hay diferencia!2º El arancel por la elogiosa mención de vuestros nombres será oportunamente discutido por mis representantes en vuestros respectivos hábitats. ;D3º Un arreglo conveniente podrá eliminar indefiniciones, asegurando para posteriores ediciones la inclusión de nombre, apellido, dirección postal, número de documento profesión y otras señas particulares a convenir. :D
Espérenme con la noticia de que le dieron hogar a un perrito o gatito de la calle, ¿les gusta la idea?
P.S.: Recuerden que cualquier cosa que quieran usar de este blog debe incluir la mención de la fuente, porque todo en él tiene protección de propiedad intelectual.
2 comentarios:
Muchas veces hay dioses a la medida de cada uno y creo que recuerdo a Hanibal
Abrazos
Casi siempre son dioses cortados a medida, Roy
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