No hace mucho, les presenté otro post en que les confesé que soy una fanática seguidora de César Millán, cosa que no creo que les asombre en lo más mínimo.
Por esa razón es que recibo sus newsletters, y siempre encuentro en ellas cosas que vale la pena compartir.
En este caso, vean si esta expresión no da como para colgarla en un cuadro enmarcado en oro.
Solamente los humanos somos capaces de seguir a líderes inestables.
Y esto viene a cuento, porque él siempre señala que para que una jauría (o manada como él la llama) se comporte de manera aceptable, su líder debe ser estable, sereno, equilibrado y asertivo.
Por ese motivo, cuando se recurre a sus servicios para corregir conductas caninas problemáticas, él se enfoca principalmente en los humanos que con su propia inestabilidad generan las actitudes no deseadas en las mascotas, que intuyendo las deficiencias de sus "amos", se niegan a seguir sus comandos, o a acatar su autoridad.
Pero yo voy más allá: la cita que he compartido con ustedes más arriba, ilumina por qué ha habido tantos errores históricos que de otra manera no tienen explicación. Solamente siguiendo a líderes inestables, pueblos enteros pudieron alguna vez adherir al nazismo, por ejemplo.
Y sin ir tan atrás en la historia, hoy mismo muchos de nuestros gobernantes deberían estar en el diván de un psicoanalista antes que en sillones de funcionarios. ¿No les parece?
Pero si ustedes son estables, el Gordo Lucas los seguirá a sol y a sombra en el caso de que lo incorporen a su familia.
Un abrazo y nos vemos el próximo sábado. Graciela.
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