Pasó hace muchos años...

Hace muchos años, cuando yo era todavía docente en la Universidad Nacional de Río Cuarto, me tocó viajar hacia allá más de una vez con gente irrespetuosa, que haciendo caso omiso de las prohibiciones vigentes, fumaba en el interior de los colectivos, abriendo por eso, muchas veces las ventanillas aun en pleno invierno.

En una oportunidad, alguien comenzó una discusión con un pasajero fumador, a quien le importaba un pomo el bienestar de los demás.

Mientras uno decía que abría las ventanas para evacuar el humo, el otro decía que en vez de eso, debería dejar de fumar.

Cuando la cosa ya amenazaba con una escalada violenta, intervine yo, diciéndole al fumador:

-Pero señor, esto se soluciona muy fácil, ¿por qué no pasa al sector de fumadores?

Esto inmediatamente detuvo la discusión y el hombre chimenea preguntó, ya más calmado:

-¿Es que hay un sector de fumadores?

Y mi respuesta fue:

-Por supuesto, pero queda del lado de afuera...

Como todos se echaron a reír, la pelea llegó a su fin, y el murciélago, notando que las simpatías no estaban de su lado, guardó los puchos y no nos jorobó más la paciencia.

Todo es cuestión de diplomacia...

Y ahora diplomáticamente les digo:  

¡A ver si se dejan de jorobar y pasan a ver todos los perritos y gatitos que se pueden adoptar en esta página!

Por supuesto que la gracia está en que adopten alguno. 

Un beso y hasta el próximo sábado. Graciela.

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