Hoy uno de esos cuentos que se llaman nanocuentos y deben constar de sólo seis palabras. El lector pone su propia interpretación, obviamente.
FATAL.
Ya no encontró dicha ni consuelo.
Pero quien necesite consuelo puede seguramente encontrarlo adoptando un animalito necesitado de hogar, y que siempre devolverá el amor multiplicado por un millón.
Un abrazo y hasta el próximo sábado. Graciela.
P.S.: Recuerden que cualquier cosa que quieran usar de este blog debe incluir la mención de la fuente, porque todo en él tiene protección de propiedad intelectual.
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