Bartimeo, Federico Alfonso y Elvira Inés, los ángeles del blog.

sábado, 8 de septiembre de 2007

DÍA DEL MAESTRO



¡Día del maestro! ¡Cuántas razones lo hacen una marca especial en mi almanaque!

En primer lugar, soy Maestra Normal Nacional. Lo de normal está incluido en el título, no es que me lo crea, y lo de nacional, me parece bastante mezquino, pues me siento muy internacional. Como sea, esta confesión me coloca en un grupo etario fácilmente reconocible, pues soy recibida en aquella época en que había tres opciones posibles para el secundario: o bachiller, o perito mercantil, o maestro.

Y la elección era obvia. Yo llevo el magisterio en la sangre. Nunca ejercí como maestra, pero digamos que si no canté bingo, por lo menos llegué a línea: en efecto, desde los catorce años me banqué mis propios gastos con lo que ganaba dando clases particulares de inglés, y hoy soy docente universitaria (¿Tendré que hacer otro post conmemorativo para el 17 de septiembre, que es el día del profesor? ¿O éste será válido para esa fecha también? Debo considerarlo).

En segundo lugar, soy hija de una super maestra: la Clory.

Maestra de las que amaban su trabajo hasta la exageración. Exageración en serio: nunca hizo un paro. Primero, por aquello del sacerdocio y después porque estaba en el nivel directivo. Y manejaba por ese entonces, con mano férrea, un colegio monumental como la Escuela Presidente Irigoyen, nada menos.

Ya vendrán muchos posts sobre la Clory, ¡todo un personaje!

Con relación al día del maestro y la Clory, guardo uno de los recuerdos más lindos de la infancia. Ella recibía invariablemente muchísimos regalos, porque además de las clases matinales, a la tarde preparaba alumnos particulares para ingresar al Liceo Militar. Pretender ingresar al Liceo, suponía un alto nivel adquisitivo, de modo que se llenaba la mesa del comedor con innumerables paquetes de regalos. Generalmente más modestos los de la mañana, y más lujosos los de la tarde.

Pero lo maravilloso era la “operación desempaque” No sé cuándo se instaló la costumbre, pero en algún momento (debo haber sido muy chiquita, porque tengo la sensación de que no hubo una primera vez, sino que fue así desde siempre) mi madre descubrió que yo amaba desenvolver los regalos, aunque no fueran para mí, y me reservó esa tarea hasta que llegué a la adolescencia.

Es un placer enorme abalanzarse sobre un regalo, abrirlo y sorprenderse con él. Por eso, el solo hecho de llevarlo intacto hasta esa mesa, para cederme ese placer, debe haber sido una de las secretas expresiones de amor más grandes de la Clory, siempre tan parca en sus afectos, tan contenida, tan recia.

Curiosamente, mis hijos la recuerdan de un modo muy diferente, porque en la vejez, cuando fue abuela (ella fue madre tardíamente, y abuela, bien entrada en años) ya había bajado esa barrera defensiva, construida laboriosamente a lo largo de una vida que la golpeó bastante.

Decía pues, que cada once de septiembre, mi propia fiesta era abrir los regalos que recibía mi madre, uno por uno, acomodándolos luego por rubros: perfumería, adornos, flores, bombones, pañuelos, etc, etc.

Por esa época no se estilaba eso de “hay que romper el envoltorio”, de modo que toda la operación llevaba tiempo, lo que la hacía más deliciosa, si cabe. Prolijamente, desarmaba moños y desenvolvía papeles, que luego doblaba cuidadosamente a un costado, demorando el momento de descubrir el propio obsequio.

No podría haber tenido mejor escuela en esa morosa degustación de los placeres, que los magnífica tanto. ¡Gracias, Clory! Aunque también debo pedirte perdón por el uso de esa mala palabra (placer) según la calificarías en tu propio diccionario.

Debo añadir que todo el ritual tenía un par de ventajas nada despreciables para ambas partes. A mí me mantenía quieta por bastante tiempo, detalle que mi madre seguramente apreciaba, y a su vez me permitía inaugurar todas las cajas de bombones, masitas, caramelos y galletitas Mil Delicias- que eran un regalo muy fino y se constituyeron para siempre en mis favoritas- detalle que seguramente la insaciable gula, que sigue siendo uno de mis pecados favoritos, sabía agradecer.

Volviendo al 11 septiembre, también fue un once de septiembre cuando cometí la torpeza de casarme, error que me compensó la vida con creces, a través de Charlie y Pulpo, y a la larga también con la amistad que me une con su padre. ¿Vio, doctor? ¡tanto lío, y al final nos hicimos amigos!

Un abrazo y hasta el próximo sábado. Graciela.P.S.: Recuerden que cualquier cosa que quieran usar de este blog debe incluir la  mención de la fuente, porque todo en él tiene protección de propiedad intelectual.

 

11 comentarios:

Taio dijo...

Grace: placer como pocos ver la cara de un niño (y mas aún, si ese niño es el propio hijo) mientras desenvuelve un regalo... creo que Clory te dejaba ese privilegio para disfrutarte, más que para darte el gusto. Feliz día adelantado!!! No me cabe duda de que tenés alma de maestra. Sos una divina, me hacés acordar mucho a mi seño Rosita, de primer grado, a quién amé (y amo) con toda la pureza de mi corazón.
Ta lueeego...
Naty

Graciela L Arguello dijo...

Taio, ¿has notado que te he incluido entre mis blogs recomendados? Y lo hice precisamente porque te presentás muy recia y contestaria (cosa que aplaudo desde el fondo de mi corazón) pero también se te asoma la ternura cuando mencionas a tu hijo, o como ahora, cuando recordás a tu seño de primer grado. Definitivamente una rosa con espinas, pero rosa al fin. Beso, Graciela

Taio dijo...

Grace-mamá pulpa: como me gusta decir (a modo de escape, como siempre, uso el humor para salir de todo tipo de situaciones un tanto "incómodas") "soy adorable". Soy tal cual, contestataria, irreverente y "jetona", no me callo nada y no dejo que nadie se pase de vivo conmigo o con quienes me importan (al menos, lo intento), pero también tengo mi lado blandito, y mi hijo es uno de esos batracios adorables que me pueden. Más que rosa... una fresia, que es una de mis flores preferidas. Por lo barandosa, vió? (la flor, no yo).
Ta lueeego...
Naty.


Pd: si si, noté que tuviste la inconsciencia de recomendar mi blog, has derramado una plaga, pero igual, GRACIAS!!! Tengo intención de hacer lo mismo por mi parte (recomendarte en el mio), pero tengo mas intención que tiempo, así que en cuanto pueda lo hago. Y que conste que se me ocurrió primero, eh? :P

Anónimo dijo...

Feliz Día Graciaela!!!!!!!

Espero que pases un hermoso día, te deseo de todo corazón......

Besos!!!!!!

Graciela L Arguello dijo...

Taio, yo también prefiero las barandosas ( las flores, no la gente) y mis favoritas son precisamente los jazmines y las fresias, las magnolias y camelias, siempre por el perfume. Y también yo uso el humor como salida, no por nada una de las etiquetas es "Que el humor nos salve"
Pulpo te ha contestado en Ahora te cuento, el otro post, date una vueltita a ver su comentario .

Luciana, muchas gracias a vos.

Besos a ambas.

Dayana dijo...

Gra, vengo de lo de Sophie y ví tu corrección. Para serte sincera, me parecia que era monjidocio, pero por alguna extraña razón me sonaba mejor monjicicio... es un acto fallido pensar así después de hacer primaria y secundaria en un colegio de una congregación religiosa? o es una lógica consecuencia?

Con respecto a mis papeles de adopción, te digo que ya me hice desparasitar, despulgar y vacunar (en ese orden), así que estoy lista para que firmes y me eleves a la misma categoría que Rolf.
Lo que sí, casi que vas a transformarte en madre de mellizos, porque con el Pulpo nos llevamos un mes y medio. Por eso voto por que nos vistas igualitos, se me hace que él tiene lindas gambas para minifalda ;D

Besos

Graciela L Arguello dijo...

Hola, Dayana, primero perdón por la demora en subir y contestar tu comentario, es que tengo conexión telefónica, y después de la tormenta mi teléfono está caprichosón.
Segundo, mi respuesta es afirmativa a ambas cosas, acto fallido como consecuencia lógica de haber sido (des)educada por las monjas. Yo también pasé por eso, razón por la cual, rápidamente detecté y adherí al acto fallido.
Respecto a los papeles de adopción vamos por partes, para llegar al nivel de Rolf, ponete en la cola, detrás de Laika, Charlie y Pulpo, que están esperando lo mismo.
Y lo de los mellizos con un mes y medio de diferencia, me preocupa un poco, no te parece un trabajo de parto un poco largo? Está bien que los míos fueron prácticamente indoloros, pero me parece mucho tiempo internada en la clínica. Sería demasiado caro...
Beso, y espero resolver el problema de mi conexión antes del finde para subir el próximo post, con el que quiero inaugurar la pornografía espiritual. Nos vemos

Lata dijo...

Clases gratis de mexicano... por unas de argentino... ¿Cómo ves?
:)

Graciela L Arguello dijo...

Bienvenida al blog latamoderna, el paso siguiente es la beca de intercambio, qué tal?

Lata dijo...

Beca, claro que sí...
Beca para ambos lados.
Cagado es gracioso, chistoso, muy simpático, pero no le digas a Pulpo, que ni contesta los comments. jijiji

Graciela L Arguello dijo...

Okey, latamoderna, queda entre nosotras, entonces, total acá no nos escucha nadie. Me gustó mucho tu blog, aunque de verdad, ¡qué distinto hablamos!
Un beso