Con este post, inauguro la sección Y demás deudos, que como ya expresé al explicar las etiquetas, incluye trabajos de los seres que hacen de mi vida una fiesta cotidiana. Porque saber que existen y que cuento con su cariño, como saben ellos que tienen el mío, produce una luz que traspasa todos los obstáculos, e ilumina cada hora de cada día.
Decía mi madre que el que hereda no hurta. Y parece que algunos genes afectados de delirium literaris se colaron en mis más magnas obras: mis hijos. En efecto, ambos escriben, y ambos obtuvieron alguna vez reconocimientos por ello. A ambos voy a presentarlos a través de sus obras publicadas. Comienzo con Carlos Aníbal (no te ofendas Guille, sólo sigo el orden de llegada al mundo, y el próximo post es tuyo. De todos modos ya tenés más lectores en tus propios blogs que los que yo podría sumar de acá hasta el óbito).
Este cuento se publicó en: Antología 2002 Nuevos Escritores Latinoamericanos, de Editorial Nuevo Ser. Tomo tres, página 81. Cómo llegó hasta allí, forma parte de una pequeña historia que también tendrá su lugar en algún futuro post.
Decía mi madre que el que hereda no hurta. Y parece que algunos genes afectados de delirium literaris se colaron en mis más magnas obras: mis hijos. En efecto, ambos escriben, y ambos obtuvieron alguna vez reconocimientos por ello. A ambos voy a presentarlos a través de sus obras publicadas. Comienzo con Carlos Aníbal (no te ofendas Guille, sólo sigo el orden de llegada al mundo, y el próximo post es tuyo. De todos modos ya tenés más lectores en tus propios blogs que los que yo podría sumar de acá hasta el óbito).
Este cuento se publicó en: Antología 2002 Nuevos Escritores Latinoamericanos, de Editorial Nuevo Ser. Tomo tres, página 81. Cómo llegó hasta allí, forma parte de una pequeña historia que también tendrá su lugar en algún futuro post.
TIRANIA
por CARLOS ANIBAL PAZ
Un minuto gigante, un minuto-hora, ese siglo que se parecía a un minuto. Sesenta segundos desperdiciados frente a algo tan... insobornable.
Era necesario recuperar tiempo, ganar tiempo. ¡Obsesión!
Todo un minuto, sí, completo, entero, desaprovechado, arrojado a la basura del pasado perdido.
Llegar a tiempo, la misión. Siglo XXI, Occidente: dúo voraz, ¿en qué convirtieron al tiempo? En un tirano más implacable que Hitler, Stalin o tantos otros. ¿En qué? ¡Respuesta!
Un segundo, aceleración, seis segundos, velocidad. Quince segundos, reflejo instintivo. Dieciséis segundos: impacto frontal.
Inseguridad en autopista, los titulares aseveran. Mientras tanto, esos sesenta segundos que Roberto Gonzalez Ferrer- escribano público- tiró frente a un semáforo, determinaron su vertiginoso final.
Una verdadera lástima! Si tan sólo hubiera sabido...
...luego de la señal, piiip...:
- Hola, Roberto, soy yo, te aviso que voy a llegar unos minutos tarde, ¿sabés? Es que justo parece que chocó un boludo adelante mío, y no se puede pasar....
FIN
P.S: notarán que junto con la manía literaria, Charlie heredó también la tendencia a los finales de efecto que son mis predilectos.
Como comentario al margen quiero advertirles que mañana es el Blogs Action Day, un día en el que los blogueros nos unimos alrededor de alguna temática con la idea de "modificar el mundo". Pretencioso pero ¿por qué no? Es una vez al año, solamente ¿por qué no delirar? Este año se trata de generar conciencia sobre el ambiente, subiendo cualquier cosa que se relacione con eso. Yo pienso subir un poster con los resultados de uno de los proyectos de investigación relativos a la erosión de suelos, en los que participo. Tal vez les cause sorpresa una cosa tan aparentemente ajena al blog, pero el motivo, es éste que aquí les explico, queremos generar conciencia sobre el manejo y desmanejo del ambiente. Permítanme esta pequeña digresión.
Era necesario recuperar tiempo, ganar tiempo. ¡Obsesión!
Todo un minuto, sí, completo, entero, desaprovechado, arrojado a la basura del pasado perdido.
Llegar a tiempo, la misión. Siglo XXI, Occidente: dúo voraz, ¿en qué convirtieron al tiempo? En un tirano más implacable que Hitler, Stalin o tantos otros. ¿En qué? ¡Respuesta!
Un segundo, aceleración, seis segundos, velocidad. Quince segundos, reflejo instintivo. Dieciséis segundos: impacto frontal.
Inseguridad en autopista, los titulares aseveran. Mientras tanto, esos sesenta segundos que Roberto Gonzalez Ferrer- escribano público- tiró frente a un semáforo, determinaron su vertiginoso final.
Una verdadera lástima! Si tan sólo hubiera sabido...
...luego de la señal, piiip...:
- Hola, Roberto, soy yo, te aviso que voy a llegar unos minutos tarde, ¿sabés? Es que justo parece que chocó un boludo adelante mío, y no se puede pasar....
FIN
P.S: notarán que junto con la manía literaria, Charlie heredó también la tendencia a los finales de efecto que son mis predilectos.
Como comentario al margen quiero advertirles que mañana es el Blogs Action Day, un día en el que los blogueros nos unimos alrededor de alguna temática con la idea de "modificar el mundo". Pretencioso pero ¿por qué no? Es una vez al año, solamente ¿por qué no delirar? Este año se trata de generar conciencia sobre el ambiente, subiendo cualquier cosa que se relacione con eso. Yo pienso subir un poster con los resultados de uno de los proyectos de investigación relativos a la erosión de suelos, en los que participo. Tal vez les cause sorpresa una cosa tan aparentemente ajena al blog, pero el motivo, es éste que aquí les explico, queremos generar conciencia sobre el manejo y desmanejo del ambiente. Permítanme esta pequeña digresión.
Y finalmente, no dejen de recordar a los perritos y gatitos que esperan hogar y que les pueden regalar bellas aventuras una vez que los incorporen a su familia. Un abrazo y hasta el próximo sábado. Graciela.
P.S.: Recuerden que cualquier cosa que quieran usar de este blog debe incluir la mención de la fuente, porque todo en él tiene protección de propiedad intelectual.
2 comentarios:
Ya lo dice el refrán: "De tal palo, tal astilla"
Supongo que se debe sentir orgullosa de ver sus genes muy a flor de piel en sus nenes, no? (y lo de nene va con cariño, pa´ que no se enoje el Guille)
Buenos genes ¿no? Ejem, ejem....Modesta, mamita
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