Bartimeo, Federico Alfonso y Elvira Inés, los ángeles del blog.

sábado, 5 de julio de 2008

LA HISTORIA DE UNA HISTORIA

ADVERTENCIA: ESTE POST NO DEBE LEERSE ANTES QUE EL CUENTO RENATA

ASÍ NACIÓ RENATA, EL PERSONAJE.

Uno de mis amigos, Aldo, cuando leyó por primera vez este cuento, además de simpatizar con Mirta, me preguntó con asombro si había habido una Renata en mi vida. No, por cierto, nunca ha habido una Renata. Al menos, no en una relación como la del relato.

El mismo Aldo reconoció rápidamente que yo no habría tolerado cinco minutos de semejante trato.

Sin embargo, hubo una Renata que inspiró este cuento, y puedo mencionarlo porque aun cuando lo leyera, seguramente no sabría que ella es esa Renata, ya que la conocí ocasionalmente y no sé ni su apellido.

Pero de algún modo ella me dictó esa historia.

La verdadera musa inspiradora era patéticamente fea, y estaba demasiado consciente de serlo. Por eso me llamó la atención: por su fealdad, y la doliente forma en que la ostentaba.

Sabía que era fea, y no se sobreponía a ello, precisamente por eso, los demás no podíamos ignorar su falta de atractivos.

Si otra hubiera sido su actitud, tal vez su falta de todo encanto, habría pasado desapercibida y este cuento no habría visto la luz, ni me habría obsequiado un premio.

Deduzco entonces que las buenas intenciones traen inesperadas recompensas, y que las buenas ondas encuentran la manera de volver a su lugar de emisión.

Porque al ver su tremenda tristeza, y su actitud a priori derrotada, yo decidí enderezar sus circunstancias, inventándola de nuevo.

Y la hice hermosa hasta la exageración, para compensar su amargura, y una vez que estaba escrito el primer párrafo, que fue lo único que tenía originalmente imaginado, la nueva Renata ya estaba ahí, y había que crearle una historia.

Y ésta fue la historia, como pudo ser cualquier otra. Lo importante ya estaba hecho: Renata había vuelto a nacer y había nacido hermosa.

Lo que hizo esta nueva Renata con su hermosura, ya no es mi responsabilidad, como tampoco lo es, lo que hagan ustedes con la suya hasta el próximo sábado. Nos vemos entonces. Un beso, Graciela

P.S: La foto es de una plaza en Salta. No tiene nada que ver con nada, pero está bonita. 
P.P.S.: Hoy, mientras bañaba a mis perros, se me ocurrió que esa actividad es un placer que muchos pueden envidiarme, y para que no se priven de él, he tomado prestada una foto de otro blog. Se trata de una perrita de nombre Chiqui, que dio aquel mal paso, con la consecuencia de estar ahora embarazada. Por cierta incomprensión familiar y los conocidos prejuicios de las familias de alto abolengo, necesita dar a sus bebés en adopción con urgencia. Es casi seguro que los bebés heredarán la belleza de la madre, y la apostura del padre, que será un irresponsable por desaparecer del mapa ante la noticia, pero que no por eso deja de ser un perro muy bien parecido. Si viven en Córdoba y les interesa agrandar su familia con uno de sus niños, o con cualquier otro bebé eterno, les dejo el link del lugar donde pueden convertirse automáticamente en padres. Si alguno lo hace, cuéntenme, y lo festejamos juntos. Un beso. Graciela.

También pueden darle hogar a un perrito o gatito de la calle,
P.S.: Recuerden que cualquier cosa que quieran usar de este blog debe incluir la  mención de la fuente, porque todo en él tiene protección de propiedad intelectual.

10 comentarios:

Terox dijo...

Muy interesante la historia de la "verdadera" Renata. Ya ves. Esa otra no tenía ninguna Mirta... Nada más le diste belleza y zas! Empezaron los problemas... jajaja. Acá diríamos que no hay nada peor que poner un indio a repartir chicha (o sea, alguien que no tiene, cuando obtiene, se transforma!).

PD. Oberón aclara que desde hace tiempo no visita Córdoba, por lo cual, aunque simpatiza con la gravidez de Chiqui, no puede reconocer el fruto de sus entrañas como propio (eso sin considerar que fue castrado hace dos meses, pero parece que él no lo sabe). Y manda sus saludos para Layka...

Graciela L Arguello dijo...

Hola Terox No aclares, que oscureces, decimos acá. ¿No tendrá cola de paja este Oberón? Después de todo, nadie lo señalaba a él.

y hago mío el dicho del indio repartiendo chicha, porque me encantó. Un beso, Graciela

Terox dijo...

Nada más como aclaración, te digo que el Oberón no tiene cola ni de paja ni de ninguna otra sustancia, porque al pobre se la cortaron en su más tierna infancia. Solo le queda un "ñongo" que mueve en constante negativa (cual pulgar) cada vez que se siente contento...

Un abrazo a vos y un lengüetazo para Layca (o como se los quieran repartir, allá ustedes!).

Graciela L Arguello dijo...

¡JAJAJAJAJA! ¡Qué buen comentario! ¡No puedo parar de reírme!

Desde acá va un abrazo mío a vos y otro a Oberón, mientras que Layka manda lengüetazos para los dos.

Rolf, celoso hasta el paroxismo.

luis dijo...

tu blog esta genial, muy buienas las historias, ojala visites el mio, es como un blog foro, te invito

Graciela L Arguello dijo...

Gracias , Luis , tendré en cuenta tu invitación. Graciela

Club de Bicheros dijo...

Gracias por postear la foto de Chiqui que tiene dos bebes en adopción (no fue muy numerosa la cosa)...

Las fotitos ya están publicadas en www.clubdebicheros.com.ar

junto con otras beiezas que buscan casa...

Graciela L Arguello dijo...

Club de bicheros ¿Ya están las fotos de los bebés? Pues habrá que ir a conocerlos antes de que se los quiten de las manos, porque deben ser una belleza.

Cada tanto seguiré tomando prestadas sus fotos, como así también las de los otros dos sitios que he linkeado y que se dedican a la misma causa.

Siempre incluiré los enlaces en cada foto, porque la idea es colaborar a difundir el meritorio trabajo que ustedes hacen.

Ojalá mi granito de arena les sirva para algo, después de todo, juntos podemos más. Un beso y gracias por la visita. Graciela

Carlos Alberto dijo...

Graciela:

Sí, muy triste esta historia de la verdadera Renata. Y qué bueno que le hayas dado la oportunidad de ser una mujer hermosa en el reino de tus fantasías.

En cuanto a los perros. Cuando era niño tenía un perrito blanco, con muchos pelos. ¡Qué difícil era bañarlo! De repente se empezaba a sacudir y me empapaba de pies a cabeza. Cuando empezaba a sacudirse el agua, no había forma de pararlo. ¡Era imposible!

¡Saludos!

Graciela L Arguello dijo...

¡¡¡¡PUMBA!!!! Finalmente, pasó lo que temías Carlos Alberto . Nos chocamos: mientras yo subía un post, vos leías el otro.

Pero no fue como esperabas, en los laberintos de Gigantes, sino en este sitio bastante más pequeño. Lo bueno es que no me gritaste Buhhhh, porque a esta hora, y después de leer tu post, (que me encantó, de paso sea dicho) me daba un paro cardíaco. Nos seguimos visitando Un beso Graciela