Bartimeo, Federico Alfonso y Elvira Inés, los ángeles del blog.

sábado, 9 de agosto de 2008

CASI EN EL DÍA DEL NIÑO, UN POST CASI INFANTIL

Pandy es una prosa intimista y se publicó en julio de 1999, en el tomo 3 (de seis) de la antología de Red Literaria, titulada INTER-RED, en la página 168, sorteando como siempre, una selección previa en un certamen. 
En el escaneo de la tapa, verán que se trata de algo por entonces novedoso, ya que incluía versión en papel, y digital en CD y disquetes, por lo que se tituló pomposamente “El proyecto literario del Nuevo Milenio”. 
  En la dedicatoria, está también la firma del Pulpo porque se incluye en el libro un cuento suyo que publicaré próximamente en la etiqueta Y demás deudos. Y ahora sí, con ustedes: PANDY
Por Graciela L. Argüello. -Pandy, si por lo menos te viera llorar.... -Soy un oso de peluche y no puedo llorar. -Pandy, si pudieras entonces cobijarme en tu regazo para que llore yo... -Soy muy pequeñito, no cabe tanto dolor entre mis brazos. -Pandy, ¿podrías entonces acariciarme el pelo hasta que logre el sueño? -Yo estaré aquí, a tu lado, pero no sé acariciar. No tengo manos. Sólo mis zarpitas de paño. -Pandy, estoy muy triste, dame un beso y cantame un arrorró. -Mi beso sólo es de felpa, y a cantar no se aprende en las jugueterías. -Pandy, ya no puedo cargar el peso de tantísima soledad. Pandy, estoy tan lastimada... Pandy, ¡voy a gritar! -Yo te revolveré el pelo, y te daré mi ternura. Yo te cuidaré hasta que llegue el sueño y te arroparé en tu frío. Yo, tu osito de trapo, voy a quererte tanto como no te quisieron, pero no estés tan triste o aprenderé a llorar... Esa noche, Leonor y su osito de trapo, abrazados, con miedo, solitarios y tristes, descubrieron juntos el sabor de las lágrimas. 
 
En mi escala gustométrica, Pandy alcanza apenas el 5, pero lo considero un testimonio histórico, porque fue escrito en la ciudad de Paraná, una noche muy amarga, cuando me defraudó por primera vez alguien a quien por entonces creía entero y leal. Después, se encargó el tiempo de sumar tantas otras decepciones, que hoy ya ni unas líneas merecen las nuevas ofensas, agachadas, traiciones y/o defecciones. 
Dando vuelta esta página, los invito a participar de la iniciativa Viandante por el día del Niño, y los espero el próximo sábado con algo diferente, porque como siempre, mi blog es un sube y baja, variadito como la vida misma. 
Y por las dudas, mientras sus circunstancias estén up, corran a pasarla bomba, para juntar pilas para cuando los arrolle algún tren de los que andan descarrilados, embistiendo tontos por los andenes. El osito que ilustra el post es robado de un mail del día del amigo. Un beso. Graciela.

Espérenme con la noticia de que le dieron hogar a un perrito o gatito de la calle, ¿les gusta la idea? 
P.S.: Recuerden que cualquier cosa que quieran usar de este blog debe incluir la  mención de la fuente, porque todo en él tiene protección de propiedad intelectual.

10 comentarios:

Dayana dijo...

Por eso, son mejores las vacas y los faisanes de peluche que los osos :P

Mañana van Ema y Cons a ver a la abuela... espero que les hayas comprado regalitos.

Besos

Carlos Alberto dijo...

Graciela:

Sí, una historia muy triste. Mucho más al saber que tiene una base real. (Recuerdo que te gusta, como a Ray Bradbury, rodearte de muñecos, de juguetes, de peluches.)

Me gustan mucho las historias en las que los muñecos cobran vida.

Ahora recuerdo El osito de felpa del profesor, de Theodore Sturgeon y Muerte al Conejito de Pascua, de Alan Ryan.

También un capítulo de Los Simpson, en el que un muñeco (con forma de Krusty, el payaso), trata de asesinar a Homero.

Y una película: Magia, con Anthony Hopkins. Anthony interpreta a un ventrílocuo que le da vida a un muñeco llamado Fats. La dirección es de Richard Attenborough. ¡Buenísima! ¡Qué pena que no la tengo en mi videoteca! La vería esta misma noche. (También trabajan Ann-Margret y Burgess Meredith.)

Graciela: Te dejo un poema de Joey Froehlich:

LA MUÑECA SIN HUESOS

La muñeca sin huesos
es pequeña y ella la lleva adondequiera que vaya,
oh, sí
allí donde vaya.
No es más que una niña
feliz porque tiene
a su muñeca sin huesos
(trapo)
nada de carne, tensa y apretada,
retorciéndose
cuando cae
sobre la maleza
de otra existencia
perdida y rota en mil pedazos.

¡Saludos!

Graciela L Arguello dijo...

Hola Dayana , no digas nada, me olvidé de comprarles algo, ¡¡¡tendré que salir a cortar pasto y comprar alpiste urgente!!!!

Carlos Alberto Qué bueno que aparezcas por acá ya que no puedo dejarte comentarios en tu blog. Siempre te leo, y cada vez me gusta más lo que encuentro, pero no hay modo de entrar.
Respecto a Pandy, esta pequeña historia tiene para mí un valor documental, pero no es la única en la que campean los peluches, ya subiré otra que me gusta muchísimo más, pero que no venía al caso en el contexto que actualizó esas emociones.
Y te devuelvo tu regalo con otro poema, esta vez de Francisco Luis Bernárdez

CRISTOBITA

Cristobita, pobre
muñeco de trapo
del populachero
guiñol de mi barrio

¡Pobre Cristobita,
mártir de los palos
de aquel bigotudo
gendarme irritado!

En el tingladillo
-tu Gólgota diario-
mi misericordia
estaba a tu lado

Yo sé, Cristobita,
que tu alma de trapo
subía a tus ojos
de vidrio pintado,

con una sonrisa
húmeda de llanto
cuando yo me iba
del guiñol, llorando.


Con lo cual dejamos demostrado, Carlos Alberto, que hay muñecos con alma, como hay personas que carecen de ella.

Un beso, Graciela

Gustavo Tisera dijo...

En mi escala "gustavométrica" le pongo un 10 a tu cuento! Un saludo y felíz día para ese niño que todos llevamos adentro (sobre todo las embarazadas, ja)

Carlos Alberto dijo...

Graciela:

Muy buena jugada (en este ajedrez emocional). Excelente movimiento. Ahora me toca mover a mí:


MARIONETAS DE CARTÓN

Somos dos marionetas
que nos queremos,
dos marionetas
porque todo es ficción.
El destino es la mano
que nos da vida,
y nuestro amor
tan sólo es una función.

Hay otra marioneta
que está llorando,
porque ha quedado
sola en un rincón.
Desde que otros piolines
la traicionaron,
sufre su corazón
que no es de cartón.

No lloren, no lloren
marionetas de cartón,
las penas del alma
hacen mal al corazón.
No lloren, no lloren
marionetas de cartón,
las penas del alma
hacen mal al corazón.

El público exigente
que no perdona,
el público es la gente
sin corazón.
Que se burla al ver
un dolor ajeno,
error de marioneta
en la función.

El escenario tiene
de decorado,
calles, parques
y playas llenas de sol.
Y muchas marionetas
por todos lados,
que ríen, aman
y sienten igual que yo.

No lloren, no lloren
marionetas de cartón,
las penas del alma
hacen mal al corazón.
No lloren, no lloren
marionetas de cartón,
las penas del alma
hacen mal al corazón.


¿Qué tal? ¡Buen movimiento!


¡Saludos!

Graciela L Arguello dijo...

Gracias, Gustavo , ya sé a quién sugerir como crítico para mis próximas obras. Con semejante generosidad nunca saldré mal parada.

Carlos Alberto ¿y este poema a quién pertenece? Fuerte la imagen de la marioneta tirada en un rincón con un corazón equivocado.

Me has dado jaque mate con eso. Cuando suba el post con el cuento que tiene también un oso, y que es mi favorito, espero poder remontar el aplazo.

Un beso. graciela

Carlos Alberto dijo...

Graciela:

Es una canción de Los iracundos. Estuvieron de moda en los años sesenta.

Te dejo el enlace:

Los iracundos

¡Que sigas bien!

Terox dijo...

El cuento está muy bueno y el pugilato poético que siguió en los comentarios, pues... aún mejor!!!

Y quiero aprovechar este medio para felicitar a Arellano por el excelente texto del El Resplandor... Nada más que hay que tener cuidado, porque si se lee más de dos veces, creo que te puede dejar loco...

Pandy me recordó inmediatamente al oso de peluche de la película "Inteligencia Artificial", uno de los mejores personajes...

Un abrazo para ambos... (y para Rolf y Layka, Oberón también manda sus saludos).

Buda de nieve dijo...

Ay!, los trenes que descarrilan ...y nos quedamos encandilados viendolos venir.

Graciela L Arguello dijo...

Terox ¿Estabas en el ringside? Me noqueó con una canción, ¿viste? ¿será legal eso? Y coincido con vos en que está buenísimo su texto en Gigantes, pero digámoslo en voz baja para que no se agrande. ;D

Carlos Alberto Gracias por la información, pasaré a escuchar la canción.

Buda ¡Qué poder de síntesis! Hay todo un tratado de psicología en tu afirmación de que somos nosotros los tontos encandilados que nos quedamos viéndolos venir.

Un beso a los tres, y efusiones varias de Layka para Oberón.
Se incluyen saludos para Luli y Daisy