LA TRISTEZA DE LUCIANA

Este post es otro de esos que pretenden complacer los caprichos de los lectores que llegan hasta aquí a través de una loca, loca búsqueda en la red. 

Ya he conformado en posts anteriores, los tres primeros requerimientos de un largo listado, y apegándome al estricto orden de aparición, como ven en el cuadro que incluyo, debo satisfacer a algún lector a quien se le ocurrió buscar Luciana triste. 

Así pues, escribí estas líneas para cumplir con él. 

Frío y noche. Oscuridad y silencio. Sueños rotos y risas perdidas. Largas calles sin luz, calor ni compañía. Ausencias. Recuerdos. Dolor. Melancolía. Y la esperanza en fuga. Hielo en el alma, y ojos de escarcha. Otra puñalada de nostalgia, y más dolor: Luciana triste. 

 

No dirán que no hago cualquier cosa por complacerlos ¿no? Y ya que estamos ¿por qué no me malcrían ustedes un poquito a mí, y por una vez me dan con el gusto y vienen a adoptar a Afrodita? Ya tiene poco margen como ADT. ¡Vamos, cordobeses! ¡Que no se diga que no saben reconocer una joya cuando se les cruza en el camino!

Volvemos a vernos el sábado, y espero que en el medio, alguien le dé a Afrodita o a cualquiera de los candidatos a ADT, el hogar que tanto necesitan. Un beso Graciela.

Espérenme con la noticia de que le dieron hogar a un perrito o gatito de la calle,  ¿les gusta la idea?

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