Bartimeo, Federico Alfonso y Elvira Inés, los ángeles del blog.

sábado, 23 de enero de 2010

ANIMANDO SU FIESTITA

Este post podría estar en la etiqueta "El humor nos salve" como el otro post sobre las bodas de porcelana, (que mi amiga Mimí había rescatado del olvido) pero lo subo como anécdota, porque implica precisamente una circunstancia curiosa. Cuando cumplió años una de sus amigas, a quien en realidad no conozco, Mimí tuvo la ocurrencia de “encargarme” un discurso ad hoc.
De donde resultó este escrito, que confeccioné después de haber recabado un mínimo de información para que resultara adecuado a la destinataria. De ella sabía el nombre, la profesión, el estado civil, y un par de pequeñas manías. Con eso escribí lo que hoy comparto con ustedes. 
Uno de los parrafitos puede no ser exactamente el de la versión que se leyó en el cumpleaños, ya que fue agregado a pedido de las amigas que me “contrataron”, en el bar en el que nos juntamos para la entrega. Lo escribí pues a su pedido, a mano, y sobre la versión original que ellas se llevaron, de tal manera que ahora lo reconstruyo de memoria, y habrá cambiado seguramente un poco.
 
Para la amiga I:
"Si en el tango se canta que 20 años no es nada, podemos hoy parafrasearlo diciendo que 60 años también es nada… nada bueno, digo. 
Porque no hay modo de evitar ciertos males menores como la artrosis, la menopausia, el aumento de peso, las arrugas, la pérdida de la visión, de la memoria, el oído, la cintura, los premolares, etc. etc. etc. 
Tampoco pueden evitarse algunos males no ya tan menores, sino más bien intermedios, como el marido añoso, las nueras y sus familias, la perspectiva de un sueldo de jubilado en el futuro próximo, y la sospechosa aparición de coloridos folletos describiendo las bondades de algún geriátrico, al ratito no más de haberse terminado la visita de los hijos. 
Y después de semejante recuento de males menores e intermedios, se preguntarán ustedes con el alma en un hilo: pero. ¿Es que hay males mayores? 
Pues claro, boluditas mías: morirse antes de disfrutar todos los males mencionados ut supra. 
O sea que el paso de los años es más que un buen motivo de celebración, con sólo que uno logre hurtarle el cuerpo al último de los males enumerados. En definitiva, chicas no se dejen llamar viejas. A toda persona que haya transitado medio siglo y más, sin caer dentro de ningún sarcófago, ni siquiera por un ratito, se la debe denominar respetuosa y admirativamente, Edesdema, que aunque rime con enema es en realidad la sigla de un título nobiliario, a saber: 
Ejemplo De Supervivencia Del Más Apto. ¡¡¡Y pavadas de ejemplos se encuentran aquí reunidos!!!! Entre los cuales, un caso paradigmático es el de la amiga I. 
De ella pueden decirse muchas cosas (no todas en su presencia, claro) pero lo que salta a la vista de manera inmediata es su personalidad ansiosa y su escaso sentido de la oportunidad. 
Porque, a ver, ¿a quién se le puede ocurrir nacer precisamente un 30 de diciembre, cuando con el sencillo trámite de esperar un par de días, podría haberse ahorrado todo un año de edad, eh? Sólo a I. 
Y eso que, intencional y caritativamente, elijo no hacer mención de cómo les habrá cagado el fin de año a sus padres y demás familiares, que debieron renunciar al lechoncito asado y terminaron seguramente brindando en la clínica, con dos o tres enfermeras de guardia, peor engestadas que Maradona en rueda de prensa, y algún médico de guardia con más alcohol adentro que la caja de curaciones. 
Pero así habrá llegado al mundo I., y tal vez por eso, eligió como revancha, andar torturando a la gente con agujas, frascos y frasquitos, y cobrar encima por semejantes actividades, dando rienda suelta de manera legal a su lado más sádico y oscuro, como la mayoría de las presentes. 
Claro que en esta emocionada semblanza, no puede menos que mencionarse su estado civil. Ella está MUY casada, lo cual en la escala universal de medida, significa afortunadamente todavía algunos puntos por debajo de demasiado casada, entendiéndose por demasiado, el estado en el que se sale en ruleros y chancletas a comprar criollitos a las 6 de la mañana. 
Ahora bien, en el caso particular de I., al muy se suma el mucho, y este hábito de reincidencia la coloca en un punto donde los calificativos deben elegirse cuidadosamente. ¿Es acaso una adicta al matrimonio? ¿Es una optimista irredenta? ¿es amnésica? ¿es una suma de todo lo anterior, y por lo tanto irrecuperable e inimputable? 
Responder a semejantes interrogantes sería casi como resolver el caso de Norita Dalmaso, o dar con la explicación de dónde está la plata de la Provincia de Santa Cruz, que partió hace ya tiempo con rumbo ignoto y destino incierto. 
Tan ardua tarea excede por lejos el objetivo de estas líneas (con acento en la í), que no es otro que desear a I. un feliz cumpleaños (sin acento en la ñ) y hacer votos porque los próximos aniversarios la encuentren como éste, rozagante, vendiendo salud, a precios módicos pero cuidando de no agotar el stock, llena de dicha y alegría y rodeada de amigas tan bellas como las aquí reunidas, convocadas todas por la amistad que supo generar a su alrededor, pese a ser tan hinchapelotas con la ortografía , la gramática., y seguramente algunas otras cosillas, que en un alarde de generosidad no serán mencionadas en la presente ocasión. 
Aunque no puede menos que recordarse su insistencia con el tema estético, razón por la cual su cartera es casi una sucursal de Falabella, sección cosméticos, y sus amigas deben tolerarle indicaciones tales como “peinate un poco”, “acomodate la peluca”, “enderezate los dientes postizos”, etc etc. 
Que la vida la colme de bendiciones, que se cumplan todos sus deseos: en público los admisibles, y en privado los inconfesables, y que sobreviva a la realización de los de ambos tipos, es lo que sus amigas le auguran en este su muy feliz cumpleaños número 60". 
 
A Panchita, en cambio, debo seguir deseándole una familia, porque hasta ahora no la ha conseguido. Un beso Graciela


P.S: los problemas de cortes de luz generaron interrupciones en la carga del post, de modo que faltabam unos parrafitos que ahora agregué y por eso tal vez habrán pensado que no estaba clara la introducción de la historia. Pido perdón por eso.

Espérenme con la noticia de que le dieron hogar a un perrito o gatito de la calle, ¿les gusta la idea? Graciela.
P.S.: Recuerden que cualquier cosa que quieran usar de este blog debe incluir la  mención de la fuente, porque todo en él tiene protección de propiedad intelectual.

7 comentarios:

Unknown dijo...

Pense que te habias ido de vacaciones porque hace mucho que no escribias nada, bah una semana. Muy bueno el blog. un beso y nosvemos pronto. Sabrina

AVELLANEDA dijo...

Menudo respiro final con la ráfaga que le soltaste, y eso que no la conocías. Me gusta ese decir vivo, directo, con su punto de acidez. Me gusta como describes ese momento de derrota social que en pleno énfasis de ironía titulan jubilación, y de jubiloso no tiene más que el haber alcanzado esa meta sospechosa. En mi empresa ese día te regalan una insignia y un reloj después de hacerte oír un discursito mortífero y de sonsacarte unas palabras de agradecimiento (quise decir de rendición incondicional). Pero tienes razón, pese a todo es una superviviente, un ejemplo de razón biológica que ya solo dispondrá de la fortaleza de sus recuerdos y una escasa dosis de mala leche.
¡Cómo escribes, Graciela!
Abrazos de fin de mes

Graciela L Arguello dijo...

Bienvenida al blog Sabrina En realidad la frecuencia habitual de posteo es ésta. Una vez a la semana, los sábados. Y no fallo ni en vacaciones, porque dejo los correspondientes posts debidamente programados. Y a donde vaya, hago los comentarios. No es tan fácil librarse de mí.

Avellaneda Ha sido ácido, ácido ha sido... Pero así, ácido ha sido y siempre será mi sentido del humor... Y juguetón con las palabras también.

Al margen, pensaba que sólo los argentinos nos "beneficiábamos" con esta clase de jubilaciones, pero ya veo que somos muchos los que avizoramos un oscuro futuro.

Un beso a ambos Graciela

Terox dijo...

Excelente texto... Vos sabés, podrías hacer una fortuna redactando panegíricos... bastaría con darte el nombre del difunto, unos tres o cuatro datitos... y libertad literaria para inventarte el resto... serías un éxito!!!

Graciela L Arguello dijo...

Hola, Térox Si hay una fortuna en mi futuro, ya te estoy nombrando mi representante, conseguime clientes y empezamos el negocio ;D

Un beso Graciela

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Bueno yo lo pensaría dos veces a pagar por un escrito como este, jaja en primer lugar unos de mis tangos preferidos, me lo acabas de echar a perder con agregarle 40 años más.

Has descrito lo que hacen los años, al rato creo que si alguien me escribe eso, pues muero el día de mi cumpleaños 60, no desearía tener todo eso que describes y al final que se me caiga hasta la plancha de dientes.

Virtudes públicas y vicios privados a las sesenta años, la verdad no compraría ni a pagos, ni a crédito, ni al contado, algo que me puede provocar tan agradable lectura, jaja, esta genial y es gratis, no la mercantilices, no dejes que la ambición desmedida por el vil dinero te haga cobrar en efectivo por tan genial escrito.

Pero mejor me lo regalos y lo hechas en mi ataúd, si me lo lees, cuando muera te agarro de los pies y te llevo conmigo jaja.

Y si por X o Y motivo tengo que pagarte, te juro que también jalo a Terox de las patas jaja.
Saludos

Graciela L Arguello dijo...

Hola Roy pues si andas jalando tanta gente no vamos a caber todos en el ataúd!!!!
Igual no temas, yo las cosas las hago por placer o por dinero, en este caso escribir me da tanto placer, que nunca cobro.
Un beso Graciela