Bartimeo, Federico Alfonso y Elvira Inés, los ángeles del blog.

sábado, 2 de octubre de 2010

Otro cuento


Este cuento se publicó en la misma antología que Camino, y tampoco es de los que más me gustan, a los que estoy dejando para postre.

En mi escala gustométrica anda por un 6 con suerte, pero al tribunal que lo evaluó, aparentemente le gustó.

LA CARTA
por Graciela L.Argüello

Podría mirar otra vez el cuarto. Pero ya sé todo lo que hay en él. Podría andar por la pieza con los ojos cerrados y describirla en todos sus pormenores sin equivocarme. Ya la conozco demasiado, sí, demasiado.

Podría leer otra vez la carta. Pero también la sé de memoria. En todas sus palabras, como si fuera un poema.

Podría caminar por el balcón, pero es demasiado pequeño. Podría imaginar otro cuarto, pero he vivido tanto tiempo en éste, que me resulta imposible inventar otro distinto. Podría estudiar el cuadro, pero también conozco hasta el hartazgo cada pincelada, cada punto, cada tono.

Sólo después de esa carta descubrí lo vacío de todo esto. Lo inútil. Lo rutinario. Lo absurdo de esta vida.

¡Esa carta!

Después de esa carta me doy cuenta de que no hay nada nuevo para hacer, todo es monótono y es gris. Es gastado, es ridículo.

¡Esa carta!

La escribí porque sí, como una broma, pero ya está en su sobre, y salió tan bonita que es una pena no aprovecharla. Empieza diciendo "Sr. Juez...", y ya que resultó tan linda, y como no tengo nada mejor que hacer, me despido de todos amablemente, mientras abro la llave del gas para ganarle por una vez y para siempre a la rutina....

Manuel

Esperemos que Tammy no siga el mal ejemplo por falta de amor, y consiga en cambio la vida feliz que bien merece.

Un abrazo Graciela.


P.S.: La foto que ilustra el post fue tomada de la república cultural.

Espérenme con la noticia de que le dieron hogar a un perrito o gatito de la calle, ¿les gusta la idea?
P.S.: Recuerden que cualquier cosa que quieran usar de este blog debe incluir la  mención de la fuente, porque todo en él tiene protección de propiedad intelectual.

2 comentarios:

Terox dijo...

No está mal el cuento... por cierto, sacáme de una duda... es que tengo la impresión que eso de dirigir las cartas suicidas al "Sr Juez" es algo muy argentino... ¿estoy en lo cierto?

Saludos a la jauría...

Graciela L Arguello dijo...

Hola, Terox , en efecto, así es, sobre todo como guiño literario-

Un beso Graciela