Lo que paso a contarles ocurrió hace un tiempo en el edificio del Correo Central, que como saben los cordobeses tiene numerosas puertas giratorias, y también largas colas de gente esperando para ser atendida.
Una mañana como tantas, una niñita de unos cuatro años, se entretenía dando vueltas en una de esas puertas, aprovechando el impulso de la gente que entraba y salía permanentemente.
Por supuesto llegó el momento en que al cesar el flujo de personas, la puerta dejó de girar, y la niñita volvió al lado de su madre, la que le preguntó:
-¿Qué pasa, ya no das más vueltas?
Y la nena le contestó:
-Es que ya no se mueve, se le habrán acabado las pilas...
Y a propósito, ¡a ver si se ponen las pilas y le consiguen hogar a Tolón, que está hoy por última vez en el blog!
Nos vemos el sábado. Un beso Graciela.
Una mañana como tantas, una niñita de unos cuatro años, se entretenía dando vueltas en una de esas puertas, aprovechando el impulso de la gente que entraba y salía permanentemente.
Por supuesto llegó el momento en que al cesar el flujo de personas, la puerta dejó de girar, y la niñita volvió al lado de su madre, la que le preguntó:
-¿Qué pasa, ya no das más vueltas?
Y la nena le contestó:
-Es que ya no se mueve, se le habrán acabado las pilas...
Y a propósito, ¡a ver si se ponen las pilas y le consiguen hogar a Tolón, que está hoy por última vez en el blog!
Nos vemos el sábado. Un beso Graciela.
Espérenme con la noticia de que le dieron hogar a un perrito o gatito de la calle, ¿les gusta la idea?
P.S.: Recuerden que cualquier cosa que quieran usar de este blog debe incluir la mención de la fuente, porque todo en él tiene protección de propiedad intelectual.
2 comentarios:
Ja! De hecho, se me ocurre que con un dínamo acoplado a esas puertas, se podría generar buena cantidad de electricidad... esa niña es un genio!
¿Te parece que patentemos la idea juntos, Terox ? Un beso Graciela
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