Recientemente he leído otra de las novelas de Agatha Christie, que tanto me gustan. Una llamada "Matar es fácil". Y aún antes de leer la primer página, ya el título me puso a reflexionar.
Matar es fácil. Ya lo creo que lo es. Porque se puede matar de muchas formas: con el olvido, con la indiferencia, con la mentira, con la traición, con el abandono, o con el desamparo.
Y hay tantas formas de matar, porque hay tantas formas de morir.
Porque se puede morir paso a paso, lentamente y por pedacitos.
Pueden morir los sueños un día, la esperanza otro, mañana la confianza y después la fe.
Y se puede morir lentamente de tristeza, de decepción, de melancolía, de soledad y desesperanza.
Matar es fácil.
Pero al menos hay también maneras de rescatar la vida. Por ejemplo, adoptando a alguien como Nikita, que a cambio devolverá la alegría, la confianza y el amor que a veces arrebatan los golpes de la vida.
Un beso y hasta el próximo sábado. Graciela.
2 comentarios:
Por otro lado, están las cosas duras de matar... como los vicios!
En esa alternativa no había pensado, Terox pero vale. Un beso. Graciela
Publicar un comentario