Preparando las Fiestas

Como todos los años, ya andan miles de pelotudos tontuelos comprando pirotecnia para "festejar" con un estruendo innecesario que provoca más daños que alegría. Los principales damnificados son los niños y los animales.

A los primeros, muchos padres les ponen en las manos elementos que son potencialmente dañinos, y hasta pueden llegar a ser fatales, con una desaprensión que hace pensar que ese dinero estaría mejor invertido si lo gastaran en comprarse un cerebro. 

Después son esos mismos padres los que llegan llorosos a las guardias médicas con niños que han perdido un dedo, un ojo o la mitad de la cara, por un petardo defectuoso o mal manipulado. ¿No les parece más racional elegir otro entretenimiento para darle a los niños?

A los animales, muchas veces les cuesta la vida, porque huyen aterrorizados (como haríamos muchos, si no nos lo impidiera el condicionamiento social) y son atropellados por vehículos en marcha, atraviesan vidrios con las consecuentes lesiones, o se ahorcan con sus propias correas. 

Aun sin llegar a resultados tan traumáticos, muchos animales se desorientan en la huida, tanto por el estruendo como por el olor a pólvora, con lo cual nunca más encuentran el camino de regreso a su hogar, y pasan a vagar desamparados en la jungla de cemento. Ellos y sus familias quedan desolados, y las Fiestas serán para siempre un mal recuerdo. ¿Queremos eso? No lo creo, pero muchas veces por mera irreflexión es lo que se provoca.

Por eso, ya los proteccionistas llevamos varios años haciendo campañas contra la pirotecnia. Parte de esa campaña fue la confección de un cartel que es el que ilustra este post, y que pongo a disposición de ustedes, ya que lo pueden descargar y hacer imprimir para llevarlo a los comercios amigos. 

Como opción, más abajo está la misma figura en tamaño adecuado para impresiones caseras como volantes de unos 15 por 15 cm. 

Y si alguien quiere redimirse por antiguas tropelías realizadas en las fiestas navideñas, puede hacerlo adoptando a Amanda, o difundiendo su caso para que alguien le dé una oportunidad.

Un abrazo, y nos vemos el sábado. Graciela. 

Espérenme con la noticia de que adoptaron a un perrito o gatito sin hogar.

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