Bartimeo, Federico Alfonso y Elvira Inés, los ángeles del blog.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Mi gran descubrimiento filológico.

Gran parte de los argentinos nos sentimos confusos, desorientados, sorprendidos y anonadados cuando escuchamos en boca de los funcionarios k, aseveraciones que distan años luz de la realidad en la que estamos diariamente inmersos.
Por eso, y porque como ustedes probablemente ya saben, durante años he participado en  numerosos proyectos de investigación científica, como parte de mi actividad profesional, no pude menos que abocarme a analizar esa brecha entre la realidad que percibimos cotidianamente y el relato oficial.
Luego de arduos estudios, he logrado decodificar el lenguaje K, y como un modesto aporte a la semiótica, por un lado, y como servicio a la comunidad, por el otro, paso a compartir mis descubrimientos.
En el código KK, cuando se dicen determinadas cosas, el significado real es otro, acá les entrego un cuadro, con mis resultados de investigación:

Si las letras les resultan muy pequeñas, hagan click en el propio cuadro y lo verán en pestaña separada para leerlo con mayor comodidad.
 
Lo que no es un cuento, es la urgente necesidad de dar hogar a Tolón, por favor ¡¡¡no lo olviden!!!


Un beso y nos vemos el sábado próximo. Graciela.
 

Espérenme con la noticia de que le dieron hogar a un perrito o gatito de la calle, ¿les gusta la idea?
P.S.: Recuerden que cualquier cosa que quieran usar de este blog debe incluir la  mención de la fuente, porque todo en él tiene protección de propiedad intelectual.

2 comentarios:

Terox dijo...

Me suena conocido...

Graciela L Arguello dijo...

Son los dichos de Kristina y sus secuaces, no me digas que ustedes los conocen allá también, Terox