
DESTINO.
No fue emboscada. Fue la casualidad.
Y si quieren evitar que yo los embosque en cualquier esquina, ayúdenme a encontrar un hogar para Cachito, please.
La ilustración es de Imágenes Google.
Ésta es una muy breve aclaración respecto a cómo deben ser entendidos mis cuentos. Los míos no son cuentos testimoniales, ni históricos ni sociales, son solamente relatos de pequeños hechos cotidianos. Por eso no deben leerse con voz de barricada, ni en el foro, ni en la academia. Son mínimas historias para leer en voz baja, junto al fuego, en una tarde de lluvia, en un amanecer solitario, o en una noche de insomnio, y pensar tal vez, muy secretamente: “se parece un poco a mis ayeres”
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