En
el mes de diciembre del año pasado, debido a las altas temperaturas,
hubo problemas graves con el suministro eléctrico en Córdoba, y los
cortes de energía se sucedían casi a diario.
Por supuesto, los periodistas se dirigieron a la empresa involucrada, y alguien salió a dar las siguientes explicaciones:
Para resolver el problema hay que "doblegar el esfuerzo" (sic)
Ahora bien, si uno busca en el diccionario de la RAE, los significados de doblegar, se encuentra con los siguientes:
- Doblar o torcer algo que ofrece resistencia.
- Hacer a una persona que desista de un propósito.
- Derrotar.
Analicemos entonces:
¿Pretendían acaso vencer la resistencia del esfuerzo que se estaba haciendo para tener luz? ¿Querían que el esfuerzo fuera aniquilado, tal vez? Porque eso indicaría la acepción 1.
¿O es que estaban haciendo del esfuerzo, una prosopopeya?
Para el que esté distraído, le aclaro que una prosopopeya es una figura retórica que personifica objetos inanimados o abstractos. En este caso, el concepto de esfuerzo al que se pretende hacer desistir de su propósito, si no es una prosopopeya, no sé cómo se define. Pero en todo caso, la acepción 2 tampoco era aplicable.
¿Y la 3? Si lo que buscaba la empresa era "derrotar el esfuerzo de solucionar los problemas", no debería haberse esmerado tanto, porque ese esfuerzo ya venía de fracaso en fracaso, y su derrota ya era un hecho...
A menos, claro, que el vocero en cuestión haya querido decir, no doblegar, sino duplicar, que es bien diferente, ¿no les parece?
Y ahora sí, les ruego que dupliquen (y no dobleguen) el esfuerzo para obtener un hogar para Cachamai, que es en sí mismo capaz de iluminar cualquier ámbito con su alegría.
Un abrazo y nos vemos el próximo sábado. Graciela.
P.S.: La foto que ilustra el post es de este sitio.
2 comentarios:
Creo que se refería a "redoblar" el esfuerzo... pero bueno, ya sabemos que algunos no se "doblegan" ni ante el diccionario...
Tenés razón, Terox , tal vez la palabra que este hombre quería emplear era redoblar, pero como sea "doblegar" es la peor opción posible. Un beso Graciela.
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