El de hoy es un cuento más que mínimo, pero que está dedicado a alguien que ya no está, y que cometió ese loco pecado contra sí mismo, que es negarse la felicidad...
ORGULLO.
Ningún orgullo cedió. Ambos murieron tristes.
Ustedes, en cambio, háganse felices por todos los medios, uno de los cuales es adoptar a Moria.
Un beso y nos vemos el próximo sábado. Graciela.
La imagen que ilustra el post es de este sitio.
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