Cuando uno habla de cazar, se puede tal vez llegar a pensar en gansos, pero como yo detesto la cacería de animales por la crueldad implícita, lo que salgo a cazar son gansadas. Es decir estupideces lisas y llanas.
Ésta de hoy es de Violeta Bornancini, una operadora turística que tiene un micro espacio en un programa radial de Córdoba, quien dijo que "Hawaii es un archipiélago de islas". Violeta querida, ¿si no de islas, de qué otra cosa podría ser un archipiélago?
Veamos en detalle: la palabra archipíelago procede del idioma italiano, específicamente del término "arcipelago", que a su vez es una generalización del nombre propio "Arcipelago" que designaba al mar Egeo.
Veamos en detalle: la palabra archipíelago procede del idioma italiano, específicamente del término "arcipelago", que a su vez es una generalización del nombre propio "Arcipelago" que designaba al mar Egeo.
Esta última denominación resultaba de la unión de los vocablos que en griego antiguo implicaban el concepto de mar principal, ya que surge de unir ἀρχι- (arkhi: principal), y πέλαγος (pélagos: mar). Curiosamente el término compuesto no existía en la lengua clásica, aunque fue incorporado en el griego moderno.
Pero como el Mar Egeo presenta numerosas islas, en Geografía, la palabra archipiélago se adoptó con el significado de grupo de islas relativamente próximas, especialmente si tienen un origen geológico común.
Pero como el Mar Egeo presenta numerosas islas, en Geografía, la palabra archipiélago se adoptó con el significado de grupo de islas relativamente próximas, especialmente si tienen un origen geológico común.
Ahora bien, la palabra piélago, por su significado de mar, solía usarse en textos literarios ya muy anticuados, para designar conjuntos de gran cantidad de alguna cosa material o inmaterial. En lugar de decir, por ejemplo, "un mar de dudas", hay viejos poemas en que se habla de un piélago de dudas, o en otros ejemplos, piélagos de joyas, de sueños, o lo que fuere.
Pero por un lado eso es obsoleto, y por el otro, la palabra no es archipiélago sino sólo piélago, cuando con ese sentido se la usa.
Conclusión: dejemos de castigar el idioma, y ante la duda, recurramos a los diccionarios o textos de consulta, en lugar de quedar como ignorantes lisos y llanos. He dicho.
Y ahora digo, ¿qué tal si en vez de hablar como la mona nos ocupamos en algo tan maravilloso como darle hogar a un perrito o gatito de la calle, ¿les gusta la idea? Un abrazo y hasta el próximo sábado. Graciela.
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