- Salir de la cama o la ducha calentita en invierno.
- Decir "no, gracias" cuando me ofrecen la enésima porción de una torta, pastel, dulce, flan o cualquier otro sucedáneo.
- Resistirme a corregir los errores ortográficos de cuanto texto me cae en las manos.
- Festejar un chiste cuando me parece viejo, zonzo o grosero.
- No firmar cuanto petitorio relativo a los derechos de los animales me llega por la red.
- No empezar a bailar en cuanto suena una música que lo amerita.
- No indignarme cuando alguien dice "vistes", "hicistes", "dijistes", etc. o usa el "idioma inclusivo".
- No correr a zapatazos a las personas que "vienen a traer la palabra de dios", a domicilio.
- Abstenerme de comprar cubanitos, garrapiñadas y chocolates en los puestos callejeros.
- Interrumpir la lectura de un buen libro porque llega la hora de cumplir con otro compromiso.
¿A ustedes les cuestan las mismas cosas?
Yo reconozco que hay algunas cosas en esta lista que no sólo me resultan difíciles sino más que eso, directamente imposibles, como las de los números 2, 6 y 9.
Un abrazo y hasta el próximo sábado. Graciela.
P.S.: Recuerden que cualquier cosa que quieran usar de este blog debe incluir la mención de la fuente, porque todo en él tiene protección de propiedad intelectual.
Sólo los memes, de los que también soy autora, son de libre uso. Para compartirlos deben deben hacer click en la propia imagen y allí está la opción share. Aunque por supuesto también en ellos sería todo un gesto mencionar a la autora (moi).
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