ENFOQUE ECOLÓGICO DE LA REALIDAD FEMENINA ACTUAL

En el Día de la mujer, les dedico a tods mis congéeres, algunas reflexiones casi casi científicas. Es decir algo así como noventatíficas.

Quien crea que la mujer de hoy se ha alejado de la naturaleza, o bien se equivoca, o bien no ha considerado en forma objetiva su ecosistema. En efecto, la cotidiana actividad de cualquiera de nosotras, transcurre en nichos ecológicos de una variedad florofaunística entre asombrosa y espeluznante.

Consideremos en esta oportunidad solamente el hábitat más inmediato. Aquél al que llamamos "joumsuitjoum".

Y empecemos por la flora. Tiene ésta una característica que algún día deberán los biólogos considerar seriamente, pues acontece allí un fenómeno irrepetible. En efecto, hay un único ejemplar, que sin embargo, cambia de especie a lo largo del día, dentro de una amplia gama que se puede resumir como sigue:

Primeras horas de la mañana: especie "alegría del hogar" , variedad "peronotanto", que se caracteriza por andar de una punta a la otra de la casa anunciando " querido, ya está el café", "a levantarse niños", " es hora de desayunar" ,y otras necedades por el estilo, con las que si el hogar no se alegra en un sentido estricto, por lo menos resucita, que no es poco.

Entre las 7 y 30 y las 8 y 30 a.m., el mencionado vegetal se transforma en un clavel del aire, que en latín se conoce como "aerobic gym", o "voluntarium sacrificium". En ese lapso, el metabolismo del complejo organismo en estudio, se activa en pos de un objetivo común a todo el grupo. Ese objetivo es lograr la metamorfosis de vegetal a loba:… “lo bagayos” de siempre, pero con más tono muscular, y el máximo de elongación posible.

Y me permito aquí, a modo de paréntesis, intercalar algunos interrogantes relativos a la actividad gimnástica propiamente dicha, a saber:

Interrogante 1: ¿De dónde sacaron los profes de fitness eso de la "posición de banco?" Por más que lo intente, no consigo imaginarme a mí misma adoptando semejante posición nada menos que en el Banco. ¿A menos que sea tal vez en la bóveda de seguridad, y con algún gerente potable a mano?

Interrogante 2: ¿Por qué no ha aparecido todavía algún iluminado profeta que predique la nueva era fundamentada en el "fofo look", que nos permita por fin cumplir con el anhelo de dedicar clases enteras exclusivamente al relax?

Interrogante 3: ¿Por qué los mejores ejercicios son los que más efecto residual tienen, entendiéndose por efecto residual a la imposibilidad de pararse, sentarse, caminar o respirar, sin que algún músculo pegue un grito?

Interrogante 4: ¿Por qué seguimos tratando de conservarnos buenas mozas, si las buenas mozas se echan a perder? Aunque, bien mirado, debe ser precisamente por eso. Después de todo, ¡echarse a perder es tan lindo!

Culminada la digresión, volvamos a nuestro paseo ecológico por el hogar, a la hora en que retornando del gimnasio, aparece en escena, la "flor de boludium mucamiforme" , que se esmera inútilmente en poner orden y concierto al vocacional desorden y desconcierto de la fauna hogareña.

Esta especie se ocupa en actividades a contrapelo del resto de la familia. O sea que labura un montón, completamente gratis, y definitivamente al cuete, tratando de lavar lo que volverá a ensuciarse, ordenar lo que habrá de despelotarse y cocinar lo que a la larga terminará por defecarse. (Véase la foto ilustrativa)

Más tarde la misma flor pasa a convertirse en la “profesionalis mosntruosis hiperocupata", variedad "¿porquémiércolesnomequedoencasaparaquememantengan?"

Y en las horas de la noche, la transformación produce el advenimiento de la "enamorada del muro", nombre popular sobre cuya etimología los científicos no son de una sola opinión. La corriente feminista afirma al respecto, que el nombre procede del hecho de que un interesante porcentaje de los tropismos y taxismos orientados hacia el cónyuge, se estrellan contra el muro de sus ronquidos.

La corriente machista en cambio, sostiene que la enamorada del muro ha sido denominada así, porque los esfuerzos eróticos masculinos son repelidos por el muro de los lamentos relativos al costo de la vida, el trabajo que dan los chicos,y el ya folclórico dolor de cabeza.

Como sea, puede esperarse que hayan quedado a esta altura debidamente aclaradas dos circunstancias, a saber:

1.-La única flor en esta selva urbana, es la mujer.

2.-El primer ejemplar de la fauna que la circunda y que paso a describir, es ese productor de ronquidos al que ya se ha hecho oportuna referencia.

Este ejemplar es relativamente domesticable, y pierde en cautiverio, gran parte de su agresividad, y absolutamente todo su encanto, lo que redunda en algún grado de apatía, que sólo se revierte parcialmente cuando sale a cumplir con su papel de co-proveedor para las necesidades tribales.

Debido a esta peculiar característica, resulta conveniente mantenerlo ocupado en la satisfacción de dichas necesidades.

O sea, hay que plantearle nuevos desafíos, si es posible, a una saludable distancia del joumsuitjoum, para evitar que sucumba al sedentarismo, que le hace ganar en peso, lo que pierde en musculatura y atractivo.

En conclusión, es sólo para evitar encontrarnos con una ameba desparramada en el sofá, que las mujeres mostramos una altruista tendencia a demandar alguna que otra cosilla de vez en cuando.

Otra variedad faunística que pulula en los hogares, corresponde a la prole.

Obviamente, cuanto más numerosa ésta, más son las especies representadas en el biotopo.

En mi ecotono, por ejemplo, algunos años atrás, solía morar un oso (que con el tiempo evolucionó a cuervo) que hibernaba y gruñía alternativamente en sus períodos de baja actividad, y que en los momentos de mayor dinamismo exhibía una marcada inclinación a matizar su descanso con cuatro clases de depredaciones:

a) La musical, llevada a cabo solo o en pequeñas manadas, apoltronado en el living junto al equipo de C.D., o en la cocina, bajo el efecto hipnótico de los videoclips.

b) La manducatoria, para la que solía recurrir a la desinteresada y muy efectiva ayuda de una fauna migratoria, que con gran sentido de la ecuanimidad, repartía sus ataques entre mi hogar, y otros tantos, igualmente favorecidos por su voracidad. Lo bueno de estos hábitos nómades, es que los progenitores nos distribuimos bastante equitativamente los correspondientes daños y perjuicios colaterales. Y mejor aún, como afirmaba Confucio y repetíamos nosotros, "por lo menos así sabemos dónde están".

c) La social, que conllevaba inevitables preguntas, meramente retóricas, por cierto, tales como: "¿a qué‚ hora volverá este chico, no le habrá pasado nada, no se mandará un macanazo?, etc., etc., etc.

d) La gimnástico estética, que era la más inofensiva, si se hace abstracción del baño perennemente ocupado, los equipos deportivos desparramados por todo el entorno, y la contaminación ambiental que los regresos desde las clases de Tae kwon do necesariamente implicaban.

El otro animalito de mi selva personal, hoy también independizado, y metamorfoseado en pulpo, era un boxer hiperactivo, atropellado y cariñoso, como corresponde a su especie. Este inefable castigo transcurrió su adolescencia entre:

a) Partidos de basquet televisados o en vivo y en directo, dentro de lo posible, después de la medianoche, y justo al lado de la puerta de mi dormitorio.

b) Conferencias telefónicas, que ya no se medían en pulsos, sino directamente en variados niveles de taquicardia.

c) Activa y muy creativa colaboración en la tarea manducatoria, ya descripta para el oso primogénito, aportando intensa participación en los ataques al freezer, heladera, alacena (y al almuerzo también), y todo otro sucedáneo, quiosco de la esquina incluido.

d) Efectiva contribución a la preocupación paterna, en el mejor estilo ya descripto para su hermano, con el agravante de su menor edad y mayor inconsciencia.

Lo que se ha presentado hasta aquí es el informe retrospectivo de un ecosistema, si se quiere restringido, pero siempre rememorado con cariño.

De cualquier manera, no me cabe duda respecto a la multiplicidad de especies que podría incluir cada una de las lectoras al realizar el relevamiento de su propio hogar.

Y hago notar también que queda pendiente para la próxima oportunidad, la descripción de los ámbitos laborales, sociales y demás etcéteras, ya que sólo se ha pretendido con la presente enumeración, demostrar que las mujeres de hoy tenemos una vasta experiencia ecológica, a tono con la onda verde, y la tendencia natural del presente siglo, ya que sin ser Brigitte Bardot, tenemos y/o tuvimos diversos animales a cargo,¿o no?

Y eso que no he mencionado las mascotas propiamente dichas, sobre las que me explayaré en cualquier momento

Y como siempre les digo: no hace falta que se porten bien si no quieren. Besos Graciela

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No olviden a los perritos y gatitos que esperan hogar y que les pueden regalar bellas aventuras una vez que los incorporen a su familia. Un abrazo y hasta el próximo sábado. Graciela.

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