EL POST QUE VINO HACIA MÍ.

Tenía toda la intención de escribir algo relativo al cambio de almanaque. Ya se sabe, los buenos deseos, los brindis y los atracones, ¡bah!, lo de siempre pero con un toque de humor que lo hiciera diferente. 

Y no me resultaba fácil pensar en algo que no me terminara conduciendo a algún cliché, cuando como un tardío milagro de Navidad (menor, chiquito, un milagrito, digamos, para que nadie se ofenda) apareció el post, caminando hacia mí, un poco penosamente, es cierto, pero viniendo a mi encuentro todo solito. 

Esto ocurrió el domingo 28 en la Jornada de adopciones de S.A.L.V.A.R, que se realizó como cada domingo frente al Hiper Casa de General Paz. Para entender mejor a qué apunto, debo aclarar que así como nosotros habíamos desplegado nuestro cartel y la mesita de picnic que lleva Paola para armar el stand, otras decenas de personas habían hecho lo mismo, de modo que el parque estaba lleno de grupos como el nuestro, ya fueran familias o amigos pasando la tarde al aire libre. 

Y entonces sucedió. Venida de no se sabe dónde, y sorteando todas las otras mesas, reposeras, sillas o simplemente manteles extendidos en el césped, Bella vino hacia el grupo de S.A.L.V.A.R Ninguna otra reunión la distrajo, nada la desvió de su objetivo, vino como un exocet derecho al blanco. Sólo se detuvo cuando estuvo junto a nosotros. Ahora díganme que los perros no saben. Díganme que no tienen una intuición especial, porque Bella- como dí en llamarla por razones obvias, aunque sospecho que en el refugio ya la deben estar nombrando como Libertad, por el sitio del encuentro- es una ovejera alemán, probablemente extraviada hace algún tiempo, ya que ha sido víctima de los riesgos de la calle. Bella fue derecho hacia Elda y literalmente se puso sus manos. 

Cuando ella comenzó a acariciarla, descubrió que además de su extrema flacura, tenía una llaga embichada cerca del nacimiento de la cola. Fue todo uno descubrirla y llamar a Marta, también de S.A.L.V.A.R., que cual EMI perruno, apareció a los pocos minutos con su eterno botiquín de primeros auxilios. Y Bella la dejó hacer, mansamente, dulcemente. Sin una protesta, se dejó curar y tomó su antibiótico, pese a que debe haber sido un proceso doloroso, y no conocía a ninguno de los humanos presentes.  

Esta perra entendía lo que estaba pasando. Hasta sospecho que leyó los carteles y por eso vino a nosotros. Como otro mínimo milagro, apareció una joven pareja con alimentos para donar y pudimos darle de comer también. (A Bella, digo, no a la pareja, claro).

Y después vino el conciliábulo, porque el refugio de S.A.L.V.A.R. está atestado y no puede recibir más animales, pero Bella está en riesgo ya que una sola curación no alcanza para semejante herida. ¿Y entonces qué? ¿Dejarla librada a su suerte después de haber demostrado su ternura, su confianza y su aguda intuición? 

No hay modo, Marta la llevó a su auto y ella subió como una duquesa (otro indicio de que no es callejera desde siempre) Ahora está en el refugio donde será curada, pero ya pueden ir anotándose para adoptarla, o si alguien reconoce en ella a esa compañera perdida que tanto extraña, no tiene más que pasar a buscarla. 

Puedo decirles que es ovejera pura, de buen tamaño, pese a que está ahora muy flaquita. Es muy dócil, muy inteligente y muy educada, además es políglota, ya que habla y entiende tres idiomas: el de los perros, el de los ojos y el del corazón. Y si bien no lo habla, comprende el lenguaje humano. Debe tener entre seis y nueve años, y está llena de amor, como pueden ver en las fotos, porque se le nota, ¿ no? Bueno este post vino a mí, pero el próximo tendré que armarlo yo solita, a menos que me lo traigan los Reyes Magos. 

Y, a propósito, por una vez pórtense bien hasta el próximo sábado, a ver si les ponen en los zapatitos algo más que Efficient.

Antes de dejarlos, les cuento que estoy tentada de armar una etiqueta con las aventuras en rescates perrunos, porque hay siempre interesantes anécdotas al respecto. ¿Qué opinan ustedes? 

Un abrazo y hasta el próximo sábado. Espérenme con la noticia de que le dieron hogar a un perrito o gatito de la calle, ¿les gusta la idea? Graciela.
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