Ya saben que me encantó descubrir este género literario al que se llama nanocuento, y del que se exige que exprese o al menos sugiera alguna historia en sólo seis palabras, sin que ellas sean meramente un título.
De vez en cuando entonces, saco a relucir alguno de esos miles de intentos que tengo archivados, y lo hago por orden de aparición, no de mérito, así que deben ser poco exigentes al leerlos.
MUERTE.
Estaba muerto por dentro, y sonreía
Y les recuerdo que muchas veces así nos sentimos cuando peleamos contra la indiferencia con que se recibe nuestro clamor por adopciones. ¡Vamos, Silvia sigue esperando, ábranle su corazón!!!
Un beso Graciela.
Espérenme con la noticia de que le dieron hogar a un perrito o gatito de la calle, ¿les gusta la idea?
P.S.: Recuerden que cualquier cosa que quieran usar de este blog debe incluir la mención de la fuente, porque todo en él tiene protección de propiedad intelectual.
P.S.: Recuerden que cualquier cosa que quieran usar de este blog debe incluir la mención de la fuente, porque todo en él tiene protección de propiedad intelectual.
7 comentarios:
... así lo encontraron al día siguiente...
En tu historia tuvo suerte, Terox, yo pensaba en que se darían cuenta años más tarde, y mientras tanto andaría por la vida con todo muerto por dentro...
Pero muchas veces no se dan cuenta que están muertes.
Saludos
A eso precisamente apuntaba, Roy. Un beso Graciela
Ah no, es que en mi "epílogo" también está muerto por fuera... un muerto puede sonreír... bueno, quedar sonriendo...
¿Se habrá muerto de risa, Terox ?
A lo mejor, leyendo un post tuyo...
Publicar un comentario