
Encontré una cita traducida a partir de palabras de Confucio que me pareció muy rica, y muy pertinente para mil situaciones.
Invito a todos a reflexionar sobre ella:
Saber qué es lo correcto y no hacerlo, es la mayor de las cobardías.
Y pienso en cuántas son las circunstancias en que cobran especial valor estas palabras. Enumero algunas que se me vienen a la mente, y dejo la lista abierta para quienes quieran aportar sus propios ejemplos:
- A la hora de elevar la voz por los animales, que carecen de ella.
- A la hora de proteger a un niño del bullying, lamentablemente tan de moda.
- A la hora de asumir una culpa y pedir perdón.
- A la hora de asignar el crédito por un trabajo, a quienes de verdad lo merecen.
- A la hora de denunciar a los corruptos.
- A la hora de denunciar complicidades.
- A la hora de negarse a participar en actividades poco claras.
- A la hora de reparar daños, aun cuando se hayan provocado de manera preterintencional.
Y tantas, tantas otras veces...
Como sería cobarde no participar siquiera con el mínimo de espacio y tiempo requerido para intentar conseguirle un hogar a Cachito.
Un abrazo y nos vemos el sábado próximo.
P.S. : la imagen que ilustra el post es de Wikipedia.
2 comentarios:
Por eso muchos prefieren "no saber", o convencerse de que no saben... creo que todos alguna vez hemos caído en algo así... hay que reconocerlo y tratar de que no vuelva a pasar...
Perfecto, Terox eso es reconocer las faltas y hacerse cargo, estás dando ejemplo. Y coincido, todos tenemos pequeñas cobardías que debemos aprender a superar. Un beso.
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