Comparto hoy una pequeña reflexión inspirada por la enunciación de la legisladora Rista de la U.C.R. de mi provincia.
Dijo ella:
Antes de ser legisladora, he sido trabajadora...
Y a mí, en respuesta, se me agolparon en la mente muchas preguntas:
¿Un legislador no es un trabajador?
¿En qué se diferencia, en todo caso, de un trabajador? ¿En que no trabaja?
Y si no trabaja, ¿para qué le pagamos tremendos sueldos?
¿O es que deberíamos pagarle un seguro de desempleo?
¿O no se refiere a un estado laboral (trabajador versus desocupado) sino a una cualidad personal (trabajador versus vago, indolente, perezoso)?
Si fuera el último de los supuestos, ¿Rita está diciendo que le pagamos a una persona poco propensa a esforzarse? ¿Y que para colmo de males, antes no era así, y se volvió vaga cuando entró al poder legislativo?
Les aseguro que todas estas preguntas me hacen correr frío por la espalda, porque parece que estamos en manos de unos reverendos irresponsables, que, eso sí, ANTES eran trabajadores.
Para cambiar la tónica aterradora de este post, los invito a adoptar a Candela, que siempre trabajará para hacerlos felices si le dan un hogar.
Un beso y hasta el próximo sábado. Graciela.
La foto que ilustra el post es de Imágenes Google.
4 comentarios:
Creo que la funcionaria expresó una idea que, para ella, era importante expresar; creyendo, incluso, lucirse. Seguramente pensada (la frase). Pero temo, como lo propone el psicoanálisis, hay más de lapsus y acto fallido en esas palabras que de reflexión meditada...
Así es, Daniel , debe haber mucho de traición del subconsciente allí. Un beso, Graciela.
Se pasó de honesta...
Sí, Terox , pero fue inadvertidamente. Un beso.
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