He descubierto una autora que me encanta: Fréderique Hébrard. Lo primero que he leído de ella es "Un marido es un marido", y de ese excelente libro extracto para ustedes este párrafo, con el que no puedo menos que coincidir plenamente.
Disfrútenlo.
...¡Mañana de la fiesta qué bella eres!...
... Se había hecho también esponjar a Octavio con el champú de Viveta y tenía un buen olor a bebé bien cuidado. Octavio. Sabía él también que era fiesta. Cachorro empujado por el azar en nuestra familia, se había amoldado a todo con esa ausencia de impugnación propia de los perros. Años de leales servicios. ¡Qué paciencia, qué amor! Iba a decir: ¡qué resignación!, pero los perros no están resignados ya que son felices. El nacimiento de nuestros hijos, las visitas de nuestros familiares, nuestras risas, nuestros gritos de alegría, nuestras corridas por los bosques no son únicamente momentos de nuestra vida, los perros hacen de ellos, momentos de su vida. Y cuando no tenemos más la fuerza para soportar el peso de esta vida, ellos vienen a posar su hocico sobre nuestras rodillas y, por la misteriosa economía de las cosas del corazón, el fardo se vuelve de repente más liviano. El fin del mundo estará cercano el día en que los perros pidan su independencia...
Y ahora, habrán comprendido que hay múltiples razones para adoptar a Joaquín, ¿no?
Un abrazo y hasta el próximo sábado. Graciela.
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