Ya sé que a ustedes les importa un pomo, pero me importa muchísimo a mí, y como este blog es todo mío (¡My precious!), lo vengo a festejar acá también.
Por muy poco sutiles que ustedes sean, se darán cuenta de que eso significa que lo vengo festejando en todas partes, porque a mí me encanta cumplir años.
Eso de deprimirse porque cada vez son más los susodichos años, no va conmigo.
Y tampoco va conmigo eso de pretender "consolarse" con montones de textos de cuasi o pseudo autoayuda. Porque no creo que ayude mucho decir que está bien ponerse cada vez más vago, más dependiente y/o más desactualizado, como rezan montones de whatsapp y otras yerbas. O pasarse mensajitos diciendo que todo lo de "nuestra época" era mejor.
A mí, cada día que pasa me parece un desafío para sacarle el jugo, y si antes en esa "nuestra época" que tantos miran con un cristal de color rosa, había menos problemas en algunos aspectos, eso también quiere decir que teníamos menos causas por las cuales luchar.
Hay miles de problemas nuevos, okey, es cierto, pero ¿qué mejor invitación para arremangarse y ponerse a pelear para resolverlos, mitigarlos, o al menos denunciarlos?
Cumplir años es fantástico, porque es una condecoración a la supervivencia, ¿o no se han dado cuenta, los que se pasan añorando los 20 años?
Entre paréntesis, en mi caso particular, en esa edad yo era mucho más ñoña (lo sigo siendo) y me atrevía bastante menos a remar contra corriente.
Por eso, ¡brindo por mis 69 saludables y ocupadísimos años!
No sé si les habrá gustado este post, pero los
que sí les van a gustar son todos los perritos y gatitos que se pueden adoptar
en esta página.
Un beso y hasta el próximo sábado. Graciela.
La foto es de una presentación con el grupo Oye Mi Salsa.
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