¿Qué se lee entre líneas en un tango?

Hoy, como ya hice otras veces, voy a interpretar a mi manera el metamensaje del tango El pañuelito, cuya música fue creada por Juan de Dios Filiberto, y cuya letra reconoce la autoría de Gabino Coria Peñaloza. Al escucharla, sobre todo en el tiempo en que fue escrita, se asumía que quien la escribió estaba intentando ponerse en la piel de una mujer que ha sufrido un abandono amoroso. Pero digamos que la pifió fulero, tal como queda demostrado en mis comentarios, que apunté, como siempre lo hago, en negrita. 

EL PAÑUELITO (lectura crítica)

El pañuelito blanco
Que te ofrecí,
Bordado con mi pelo, (¿qué estuviste haciendo? ¿arrancándote los pelos, o juntando por años los que te quedaban en el peine? ¿o te lo cortaste a lo conscripto para disponer de materia prima?)
Fue para ti; (¿no tenías nada más bonito para regalarle?)

Lo has despreciado  (Y sí, yo habría hecho lo mismo. Imaginate que te vas a lmpiar los mocos y te llenás la nariz de pelos. Un asco)
Y en llanto empapado
Lo tengo ante mí. (también es lógico, sacrificar la peluca y que te reboten así...)

Lejos cantaba un ave,
Mi dulce bien,
Cuando me abandonaste (a no involucrar a más pajaritos que los que tenías en la cabeza al pergeñar semejante ocurrencia)
No sé por quién, (tampoco importa para el caso)
Y hasta el pañuelo
Rodó por el suelo
De ver tu desdén. (No, querida, el pañuelo no se desmayó ni cosa que se le parezca, o se te cayó a vos, o lo tiraste de bronca, nomás)

Con este pañuelo sufrió el corazón,
Con este pañuelo perdí una ilusión,
Con este pañuelo llegó el día cruel
Que tú me dejaste gimiendo con él. (¿Y qué esperamos para tirar ese pañuelo a la mierd miércoles?)
El fiel pañuelito conmigo sufrió,
El fiel pañuelito conmigo quedó,
El fiel pañuelito conmigo ha de ir
El día que acabe mi lento sufrir. (Insisto, revolealo y no para una zamba)

Este pañuelito fue
Compañero de dolor;

Cuántas veces lo besé (Menos mal que no lo aceptó, o ahora estarías besando vaya a saber qué bacterias)

Por aquel perdido amor.
Bordado en él tu nombre está
Y lo llevo siempre aquí (¿Dónde?)
Cuánta pena que me da
Recordándome de ti. (Masoquista irredenta la mina)

La tarde estaba triste
Cuando te vi
Y cuando de tu boca
Temblando oí
Que no me amabas
Y que te alejabas
Por siempre de mí. (Ahora, a buscarse otro, pero ojo con regalarle bolud tonterías)

El noble pañuelito
En mi penar
Ha sido confidente
De mi pesar
Y acaso impida
Que nunca en la vida
Te pueda olvidar. (Si no te deja olvidar, y no lo tiraste todavía, a llorar al campito)

Un abrazo y hasta el próximo sábado. Espérenme con la noticia de que le dieron hogar a un perrito o gatito de la calle, ¿les gusta la idea? Graciela. 

Si este post les ha gustado como para llevarlo a su blog, o a la red social, por favor, mencionen la fuente porque esta página está registrada con IBSN