Bartimeo, Federico Alfonso y Elvira Inés, los ángeles del blog.

sábado, 7 de febrero de 2009

¡ESTO SE MUEVE!

Siguiendo con la política que inicié en mi post anterior, aquí me pongo a equilibrar lo desequilibrado y a nutrir al desnutrido, por lo cual, incluyo un texto en “¡Saquen una hoja!” que viene medio pobre. 
En este caso, recuerdo una clase de hace muchos años, cuando Internet y televisión por cable no eran el pan nuestro de cada día, y por ende, el tema de la Tectónica de placas, paradigma de la ciencia geológica actual, era sólo conocido en ámbitos muy selectos, y para los alumnos ingresantes a la carrera de Geología era toda una novedad. 
Por ese entonces, estaba yo precisamente dictando una cátedra en primer año, de manera que el tema asombraba a mis alumnos, y la clase era un puro “¡oh!” Luego de explicar largamente el mecanismo por el cual se movilizan las placas en las que la superficie terrestre está fragmentada, y que es responsable de la gran mayoría de los grandes eventos geológicos, pasé a describir el escenario futuro que la ciencia propone. 
Para el que no conoce mucho sobre el tema, aclaro que se calcula que en cincuenta millones de años, las placas se habrán movido de tal forma que, entre otras cosas menos espectaculares, California estará separada del continente, y hundiéndose en una gran fosa, y África habrá sido cortada también por el rift actualmente activo. Al término de la explicación, y habiéndoles presentado el esquema en blanco y negro que ilustra este post, (tomado de la Geología Global de Khan) los estudiantes estaban más que impresionados, y el silencio podía cortarse con un cuchillo, como reza el viejo dicho, cuando alguien levantó la mano en el fondo y preguntó cándidamente. 
 -“¿Y no se podrá hacer algo para parar esas placas antes de que se rompa todo?”
¡¡¡Dulces alumnos míos, a veces son tan tiernos!!! Los amo, definitivamente. 
Se preguntarán tal vez cuál fue mi respuesta. Pues algo muy de mi estilo, o sea muy el humor nos salve: -No, querido, esto es como el amor, no hay modo de evitarlo, y también como el amor, casi siempre termina en catástrofe. 
Bueno, como tarea hasta el próximo sábado, les recomiendo que vayan a tratar de parar la deriva de las placas litosféricas, si es posible en la zona de la falla de San Andrés que está bastante comprometida. Un beso Graciela. 
P.S: Cabe consignar que el pasado 2 de febrero ha cumplido años Elvira Inés, más conocida como Layka, pero a diferencia de su hermano Federico Alfonso (alias Rolf) no ha querido hacer festejo alguno, porque en gesto muy femenino, se niega a aceptar el paso de los años. Ni siquiera me atrevo a publicar que ya son siete, porque temo ofenderla. Pero de todas maneras ¡Feliz cumple, Layka! 
 
Un abrazo y hasta el próximo sábado. Espérenme con la noticia de que le dieron hogar a un perrito o gatito de la calle, ¿les gusta la idea? Graciela.
P.S.: Recuerden que cualquier cosa que quieran usar de este blog debe incluir la  mención de la fuente, porque todo en él tiene protección de propiedad intelectual.

2 comentarios:

Daniel Garza dijo...

TENGO QUE RECONOCER QUE YO CURSÉ LA MATERIA NO HACE TANTO, EN EL 2005, LO QUE SIGNIFICA QUE "INTENET Y TV POR CABLE" YA ERA MONEDA CORRIENTE...PERO EN ESA CLASE ESPECÍFICA SE GENERA UN "CLIMA DE INCERTIDUMBRE TAL- CON PIZCA DE APOCALIPSIS-", QUE DAN GANAS DE PREGUNTAR LO QUE INTERPELÓ ESE GRACIOSO ALUMNO! uN BESO GRACIELA!

Graciela L Arguello dijo...

Hola, Daniel, en efecto, en tu grupo, ya todos eran asiduos de Internet, y algunos, inclusive me daban cátedra en esos temas, como Jamiro, por ejemplo, nuestro cibernauta, ¿te acordás?

De todos modos, debo reconocer que me encanta generar suspenso en las clases. Se hacen más entretenidas, ¿verdad? Por lo que me decís, parece que lo logro a veces.

Pero esta anécdota es de hace más de 20 años, y me pareció superdivertida para compartir. Igualmente siempre aclaro que en las clases no nos reímos de nadie, sino siempre juntos, de alguna circunstancia. Yo también tengo mis bloopers, seguramente recordarás alguno, y pronto los iré subiendo también.

Un beso Graciela