Este post es una denuncia formal de lo mal que se porta Florencia Sofía, para el caso de que se le ocurra entrar a leer el blog alguna vez, jejeje.
Tan desastrosa es que cuando vuelvo a casa no le pregunto ¿cómo te portaste hoy? sino ¿qué nuevo desastre hiciste?
Y ella tan campante, ladea la cabecita hacia un lado y hacia el otro con la más angelical de las expresiones, como si no supiera a qué me refiero.
Pero lo más gracioso es cuando avanzo hacia el jardín (ex jardín, hoy Valle de la Luna) y ella advierte que voy hacia su nuevo destrozo. Entonces da media vuelta y sale disparada a esconderse en su cucha, como si allí no la pudiera ir a retar. Ja Jaja.
Todo el cuadro se completa con el señorial paseo desaprobatorio de Elvira Inés, a quien he buscado antes en su terraza (porque cada una tiene su propio dominio cuando yo falto de casa) y se detiene cada pocos pasos a mirarme con aires de superioridad, como diciendo "Yo no hago estas barbaridades".
Cosa que seguramente tampoco hará Negrita, si la adoptan, porque ella ya ha dejado largamente atrás la adolescencia por la que está todavía transitando Flor, mi demonio de Tasmania propio.
Y les recuerdo que ya se está yendo del blog para dejar paso a otro adoptable, (ADT) de modo que apúrense a reclamarla si no la quieren perder.
Espérenme con la noticia de que le dieron hogar a un perrito o gatito de la calle, ¿les gusta la idea?
3 comentarios:
Jajaja... los perros saben perfectamente cuando han hecho una travesura... o algo más... son unos manipuladores de primera!
No tengo la menor duda, Terox, y en eso Flor es campeona, te lo aseguro
No tengo la menor duda, Terox, y en eso Flor es campeona, te lo aseguro
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