Ya les conté antes acerca de la costumbre rural de interrumpir un Gato o un Aires, para intercambiar dichos risueños entre los miembros de la pareja que danza.
Hoy les agrego otras "relaciones" de mi propia cosecha:
Varón:-El brillo de sus ojazos
por el alma se me cuela.
Para que tanto no duela,
necesito cien abrazos.
Mujer:-¡Escúcheme usted, mocito,
para que ya no le duela,
vaya a pedirle abracitos
a su mamá y a su abuela!
Varón:- Tengo dolor en el alma,
se me nubla la razón
y ya nada más me calma
que tener su corazón.
el supuesto dolorido
Mejor tome una aspirina,
y a su casa se encamina.
Y en el camino a su casa, bien podrían ir adoptando a Bombona, que es el colmo de la ternura. Un beso, y hasta el próximo sábado. Graciela.
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