La semana pasada comencé a escribir un cuento en alemán, titulado Locas Aventuras, lo que en sí mismo es ya una loca aventura. Hoy les traigo la traducción al castellano de lo que comencé escribiendo como un ejercicio para mejorar mi manejo del idioma y terminó siendo este cuento, que por su longitud iré subiendo de a poco en sucesivos posts. Agradezco las correcciones de mi profesora del Curso de Conversación, Beatriz Röhl y también su inspiración, ya que todo comenzó como una tarea para el hogar, que yo convertí en una larga narración, en lugar de oraciones para practicar los diversos casos gramaticales.
Y acá la traducción finalmente:
Locas Aventuras
Por Graciela L.Argüello
Capítulo 1: Rudolph
El hombre era verdaderamente extraño, o mejor todavía: era ridículo.
No era ni joven ni viejo. Quizás tendría 50 años de edad. ¿O debería decir 50 años de juventud? Porque era tan pequeño, divertido y vivaz. Casi parecía un duende, y siempre sonreía..
Debido a su vestimenta, en realidad parecía disfrazado.
El pantalón era rojo, y la vistosa camisa tenía estampadas tanto flores multicolores como perritos blancos y negros, en una rara mezcla.
Su cara era redonda y amistosa. Era un hombre simpático y se llamaba Rudolph, exactamente como el reno de la nariz colorada.
Conocí a Rudolph de modo totalmente casual. O quizás no. Ahora creo que nuestro encuentro era una cuestión del destino. Lo creo porque en el futuro tendríamos juntos tantas divertidas y locas aventuras...
No sé si les habrá gustado este post, pero los que sí les van a gustar son todos los perritos y gatitos que uno puede adoptar en esta página.
Un beso y hasta el próximo sábado. Graciela.
Espérenme con la noticia de que adoptaron a un animalito necesitado de hogar.
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