AZUL, PINTADO DE AZUL

Había prometido en el post anterior, contar cómo es que aquella lejana redacción del colegio secundario, ajada, amarillenta y semifosilizada, había permanecido celosamente guardada entre mis cosas. Es hora pues, de contar esa historia, pero en su justo contexto. 

Ya he dicho alguna vez que fui un monstruito precoz, de modo que escribí esa redacción, a los catorce años, cuando terminaba ya de cursar el tercer año en el secundario. Además era muy buena alumna, siempre accedía al podio, es decir, estaba entre los tres mejores promedios del curso y no me llevaba materias a rendir. 

Dicho todo esto, se comprenderá mejor mi reacción cuando la profesora de castellano doña Matilde G de Z. calificó esa composición con un dos en escala de uno a diez, es decir, un rotundo aplazo. 

Su argumento para reprobarme fue que no era pertinente para el tema. La consigna era solamente el título. Escribir un texto titulado Azul. Eso escribí y así me califico doña Matilde. Fue un aplazo que me dolió, porque me pareció injusto por un lado, y porque sentía ya una cierta inclinación hacia las letras. Tal vez a Doña Matilde le deba no haberme dedicado de lleno a ellas.(Eso respondería de paso, a un comentario de Terox para mi post anterior).

Como quedé aplazada en ese momento, ahora reintento cumplir la consigna, escribiendo algo que sí sea pertinente. Para doña Matilde, ex profesora de letras, una redacción titulada Azul, que tal vez ella habría aprobado: 

Azul (versión pertinente) 

Azul se denomina la sensación óptica que provocan los objetos que reflejan dominantemente aquella porción del espectro electromagnético comprendida entre los 4640 y 5000 Amstrongs. Es considerado un color frío y forma parte de los tres primarios.  

En el sistema de clasificación cromática de Munsel, le corresponde, en su máxima pureza el Hue 10 B. Su value y chroma varían de cero a diez sobre los correspondientes ejes ortogonales que definen el quebrado que completa la nomenclatura alfanumérica. 

Es azul (idiocromático) la azurita- mineral de cobre- y se ven azules algunas franjas de hielo glaciario, una parte de la bandera francesa, la camiseta de Boca y la pelela de mi bisabuelita. 

No corresponde llamar azul ni a la sangre de los Reyes ni a los príncipes soñados, porque no lo son. Y el cielo de la foto que ilustra el post se ve azul, pero es físicamente discutible. 

Azul es la flor de lino y azul es el pañuelito con que se limpia los mocos Javier, el verdulero de mi barrio. Punto final. 

Bueno ahora creo haber satisfecho las expectativas de la profe. No sé si este texto estará bonito, pero pertinente, seguro que es. 

Aunque a mí me gustaba más la otra versión, y me sigue pareciendo más literaria. Será de cabezona nomás que soy. 

Ahora ustedes vayan corriendo a estudiar cromatología hasta el próximo sábado, porque si no los agarra la Matilde y los bocha bien bochados. Un beso, Graciela. 

P.S: Como licencia poética inadmisible para Da Matilde, me atrevo a decir que azul es el cielo que se va a ganar el que se decida a adoptar a Barti, Negrosolo, Tammy , el Flaquito,la Negra, Cleopatra o cualquiera de los huerfanitos que han sido rescatados de una muerte segura. A ver si se deciden, que ellos solitos no van a ir a buscarlos, por mucho delivery de amor que ustedes necesiten. 

P.P.S.: Cuando estaba subiendo el post, iba a hacerlo en la etiqueta Confesiones para el prontuario, pero como tiene algo de mínima revancha, se me ocurrió inventar una nueva sección donde escrachar a los que me maltrataron innecesariamente alguna vez. Y la llamé con una expresión bien cordobesa: ¡Ya vai a vé! Con esta entrada se inaugura dicha etiqueta. 

Un abrazo y hasta el próximo sábado. Espérenme con la noticia de que le dieron hogar a un perrito o gatito de la calle, ¿les gusta la idea? Graciela.
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