DE CAVERNAS Y TÚNELES

Les advertí el sábado pasado, que se venía un post inspirado en una reunión social a la que había asistido. Pues bien, éste es. 

Gabriel, nuestro arcángel mediador en la adopción de Barti, se recibió de geólogo, y en la fiesta nos encontramos Fernando, el nuevo papá del siberiano, y yo.

Hablamos largamente del camino recorrido por nuestro icono de la esperanza, desde ser entregado como material para prácticas de anatomía en una universidad, hasta tener, como hoy tiene, turnos de peluquería quincenales. Me contó Fernando de sus logros y avances. De cómo se maneja tan bien con su discapacidad, que hasta hay que cuidarlo para que no se escape de farra el señorito. 

Y por eso todavía vuelve a ser tema en el blog. Porque es un ejemplo de fuerza contra toda adversidad. De empecinamiento en la búsqueda de la anhelada felicidad. De lucha, de resistencia, de valor. Bartimeo se aferró siempre a la vida como si hubiera sabido desde el comienzo, que al final de un largo calvario, encontraría su merecido lugar en el mundo. 

Barti es por eso un modelo a tener presente. Porque aunque sus ojos nunca verán la luz, su corazón supo encontrarla, y sobre todo, supo resistir contra la desesperanza. Supo aferrarse a la vida y pelearla palmo a palmo, cada vez que recibió un tremendo golpe ¡y fueron tantos! 

Resistió el horrible dolor de la enfermedad que lo llevó a las sombras. Porque el proceso fue físicamente doloroso. Superó el trauma infinito de ser desechado como si de una cosa sin alma se tratara, cuando los incalificables que lo habían comprado de cachorro, como objeto de lujo, interpretaron que había sido una mala inversión, y no tuvieron mejor idea que “donarlo” a la facultad de veterinaria para ser disecado en prácticas anatómicas. 

Allí sobrellevó como pudo el abandono, el descuido y el maltrato, mientras duró la espera del sacrificio que, por suerte y por amor, Carito se encargó de impedir. 

¡Qué fortaleza interior la de este animalito que no se entregaba a la muerte ni cuando ya lo habían destinado a sus brazos! Y después, con altibajos, fue sorteando dos años de soledad en un patio- refugio donde esporádicamente recibía la cariñosa visita de Carito. 

Hubo en el medio, una adopción frustrada, por parte de impresentables que, como a Manchita, lo arrojaron luego a la calle, de donde fue nuevamente rescatado gracias a los vecinos que advirtieron que un perro ciego y abandonado tiene una condena a muerte inexorable. 

Sufrió entonces mil tristezas y dolor, claro, y se enfermó más de una vez, hasta de sarna, pero siguió peleando su lugar en el mundo, porque en el fondo, él sabía. 

Él sabía que todas esas tinieblas del alma, ya que no la de sus ojos, sólo eran temporales. Que más allá estaba otra luz. Él supo que no eran cavernas sin salida sino túneles oscuros que podría atravesar, y que tendrían fin alguna vez. 

Y los sobrepasó todos, los superó siempre, hasta llegar al luminoso hogar lleno de amor que le estaba destinado.

Por eso vuelvo a mencionar a Barti cuando parece una historia cerrada. Porque puede ser su imagen, el recordatorio de que nuestras sombras son túneles, no cavernas, y de que podemos dejarlas atrás, pasito a paso, con la antorcha de la esperanza en el corazón. 

Y créanme que se los dice alguien que ha conocido más de un túnel, que alguna vez, casi llegó a confundir con cavernas. Y créanme también, que sólo resistiendo siempre un poco más, se llegará alguna vez a salir del otro lado, donde hay una peluquería quincenal y un festín de amor cotidiano. 

Así pues, chicos les deseo un futuro “bartiniano” y mientras tanto, escriban mil veces en su cuadernito: “No debo confundir túneles con cavernas”. 

Recuerden por otra parte a Frida, Guapo, Tontín, Panchita y Rabita que están por el momento en el túnel. ¿Quién los esperará del otro lado?

Se aceptan postulantes, aquí o en los links que les he dejado. O mándenme un mail, o hagan señales de humo, o griten fuerte... de algún modo los vamos a oír, y correremos a darles la buena nueva a nuestros adoptables de hoy.

Pero apúrense o les van a ganar de mano, porque no es mucha la gente tan tonta como para desperdiciar una oferta de amor eterno, profundo y sincero. Si les ganan de mano con estos ángeles, ya saben que pueden elegir otros, que también esperan salir de su túnel. Para eso están los links a los refugios en el blogroll.

Les aclaro que Rabita es la cosita bella de la foto. (No la de la foto de arriba, sino la de ésta de al lado. Ya sé que yo también soy una cosita bella, pero esta vez no hablaba de mí ;D)

Por su parte, Frida es la fogosa, es decir la de color casi fuego que mira desafiante a la cámara. Requiere cuidados especiales porque algún h de p la atropelló y la dejó tirada. Se le está haciendo un carrito para que pueda movilizarse hasta que se recupere (suponiendo que lo logre).

Un beso y hasta el sábado próximo. Graciela.

 

P.S.: Recuerden que cualquier cosa que quieran usar de este blog debe incluir la  mención de la fuente, porque todo en él tiene protección de propiedad intelectual.