Para poder leer este cuento secuencialmente, les presento primero el listado de los links- en orden- que los llevan a las entregas anteriores. Si ya lo vienen leyendo pueden entrar directamente al post de hoy.
Parte 1 (traducida al castellano)
Parte 2 (traducida)
Parte 3 (en castellano)
Parte 4 (traducida)
Parte 5 (en castellano)
Parte 6 (traducida)
Parte 7 (en castellano)
Parte 8 (traducida)
Parte 9 (traducción)
Parte 10 (en castellano)
Parte 11 (traducida)
Parte 12 (en castellano)
Verrückte Abenteuer
Von Graciela L.Argüello
Parte 15
La preparación de nuestro viaje fue relativamente sencilla porque nuestros pasaportes estaban al día. Los problemas surgieron cuando pensamos en Gatito y El Gnomo.
Al principio pensamos en llevarlos, pero entonces Rudolph dijo:
-Gatito ya casi se ahogó una vez. Un crucero sería muy estresante para él. Y también peligroso.
-Tenés razón, pero sería todavía peor para El Gnomo.
-¿Por qué?
-Los empleados de la aduana podrían entender todo mal. ¿Qué pasa si consideran a El Gnomo como si fuera un recipiente con drogas? Podrían destruirlo...
-¡¡¡Eso sería catastrófico!!!
-Sí, justamente. Tiene que quedarse aquí.
-¿Pero dónde?
- Con mi hija.
Convencerla a ella no fue fácil. Con Gatito estuvo todo bien porque ella también ama los animales, pero El Gnomo era otra cuestión. Ella no quería entender por qué él no podía quedarse solo en casa..
-Eso sería muy triste- dije yo- él no está acostumbrado a estar solo.
- Estás totalmente loca- dijo mi hija- esa cosa no tiene sentimientos.
- Se llama El Gnomo, no le digas "esa cosa“, por favor. Y yo sí tengo sentimientos suficientes como para no lastimarlo. ¡Él y Gatito deben permanecer juntos y esperarnos juntos!
Finalmente le prometí un montón de regalos y souvenirs -una especie de soborno- para convencerla. Y eso funcionó.
P.S.: Recuerden que cualquier cosa que quieran usar de este blog debe incluir la mención de la fuente, porque todo en él tiene protección de propiedad intelectual.
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